La implantación del ciclo clínico en la ciudad «no depende más que de voluntad y decisión política», asegura el catedrático de computación e inteligencia artificial
08 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Alejandro Pazos Sierra (Padrón, 1960) es doctor en Medicina e Informática. Catedrático de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la Universidade da Coruña, codirige el centro Imedir de informática médica. Fue vicerrector de Profesorado, Organización e Investigación, candidato a rector y miembro de la plataforma que defiende la «urgente necesidad» de que los estudios de Medicina se impartan en la ciudad.
-¿Urgente?
-Cada vez más. Se han perdido ya unos cuantos años para ponerle solución a un problema que existe y está ahí: la formación de los médicos.
-¿Por qué ahora?
-Hay un déficit acusado de médicos que no ha ido a menos, al contrario. La prueba está en que se han ido incrementando las plazas para iniciar estudios y que en distintas comunidades se han creado centros. No tiene sentido que aquí tengamos una facultad sobresaturada y sin capacidad para una formación de excelencia cuando hay recursos para corregir esta situación. Hablo de formación de vanguardia, que corrija déficits.
-¿Como cuáles?
-Hoy para el conocimiento de muchas enfermedades es necesaria formación en genómica y proteómica, el diagnóstico por imagen nada tiene que ver ahora con la radiología convencional de cuando yo estaba en la facultad, en tecnologías de la información ya no digamos y cada vez hacemos más partícipe al paciente, que llega a la consulta muchas veces con un caudal de información sin digerir... a todo eso, a cómo enfrentarse, a cómo manejar todo eso debemos responder en el período de formación. En un centro nuevo se carecen de inercias que pueden impedir en otros sitios o universidades más clásicas adaptarse a lo que se espera de la medicina del futuro. Hacer medicina de vanguardia es hacer que los médicos estén preparados para dar respuestas en el campo de la bioética, del derecho sanitario y de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información, que en una comunidad como la gallega, dispersa y de orografía compleja, tendrán un papel muy importante para el desarrollo de la telemedicina.
-Hay quien puede pedir que se refuerce la facultad que ya existe, la de Santiago.
-No se resolvería aumentando alumnos en una facultad que ya está sobresaturada. Y además la formación clínica solo es posible en el hospital. Traer Medicina sería bueno para todos, incluso para los que están convencidos de que no. Se generaría un proceso de coopetencia , cooperación competitiva, muy saludable para animar a la mejora. Además, nadie perdería alumnos, porque el ciclo clínico aquí o en Vigo estaría abierto a alumnos de toda España.
-¿Una nueva facultad?
-La UDC tuvo titulaciones únicas en Galicia, como Informática, y se le permitió a Vigo y Santiago impartirlas. Eso nos ha hecho mejorar a todos. Los privilegios no son buenos. No pasaría nada por tener una titulación compartida.
-¿Es una discusión por el título?
-No tiene sentido bloquear la facultad de Medicina por la guerra de quién firma el título, sobre todo cuando estamos hablando de la calidad asistencial de la sanidad, pilar principal de la sociedad del bienestar.
-¿Entonces?
-Hemos llegado a una situación de encallamiento que no está justificada. Esto no depende más que de voluntad y decisión política. Lo importante es arrancar y ahora es el momento.