El Comité de Patrimonio Mundial se dará cita el lunes en Sevilla, si bien hasta el sábado no está previsto que emita su veredicto sobre las cerca de cuarenta candidaturas que aspiran al título. Las de España, por tratarse del país anfitrión, probablemente sean las últimas en analizarse y el riguroso procedimiento marcado por la Unesco establece que en el momento de las deliberaciones la representante española, la ex ministra María Jesús San Segundo, deberá retirarse del cónclave.
Un total de 21 países forman parte del comité que decidirá si la Torre forma parte de los sitios que merecen especial protección y para ello el organismo se basará no solo en el informe presentado por el Icomos, el organismo asesor que inspeccionó el faro, sino en la defensa que realice la dirección general de Bellas Artes en nombre del Ministerio de Cultura.
La singularidad de la construcción, el entorno y el apoyo ciudadano contarán para lograr un título que valora la seriedad de los proyectos. Los mensajes triunfalistas, como el lanzado ayer en un blog vecinal, podrían resultar contraproducentes para la decisión final del organismo internacional.