Santiago accede a limitar los conciertos en la plaza de la Quintana a petición de la Iglesia

A CORUÑA

El BNG dice que se trata de un espacio público y reclama su derecho a utilizarlo.

27 may 2009 . Actualizado a las 19:50 h.

«Espero que los entornos de la catedral se reserven al honor de lo que supone la puerta santa y que la Quintana pueda valer para grandes celebraciones». A pesar de que el deán de la catedral compostelana, José María Díaz, evitó el lunes generar controversia con estas declaraciones y ayer declinó de nuevo pronunciarse, la polémica ha saltado el mismo día que la Xunta anunció un plan para subsanar las deficiencias en los caminos de peregrinación a Compostela. Y es que el cabildo pidió durante la presentación de las previsiones eclesiásticas para el año santo que se buscasen lugares alternativos tanto para los conciertos como para la manifestación del Día da Patria.

La respuesta del nacionalismo no se ha hecho esperar. El portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, le recordó a la Iglesia que «a praza da Quintana é un espazo público que pertence ao pobo e non pode ser privatizado por ningunha confesión relixiosa». En este sentido, pidió al Arzobispado de Santiago «ponderación» y aseguró que el nacionalismo gallego continuará manifestándose por las calles de Compostela el 25 de julio, que terminará la marcha en la Quintana y que este año lo harán «con máis forza se cabe».

También ha habido reacciones desde el Concello compostelano, que se ha mostrado más comprensivo con las peticiones de la Iglesia. El alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, aseguró que es una polémica abierta desde el año 1993, y que a pesar de que intentarán derivar las actuaciones que puedan a otras localizaciones, «é unha praza pública e ademais central do casco histórico». De todos modos, el regidor confirmó que hay que «dar prioridade e protagonismo á utilización como acceso á porta santa» y que se plantean llevar a cabo una organización semejante a la de los aeropuertos para gestionar las colas.

Sobre la manifestación del 25 de julio, Bugallo dijo que «non se pode facer nada», ya se que trata «dun dereito á liberdade de expresión». «Se non vai o BNG, irán outros», sentenció.

Mientras, el portavoz del grupo municipal popular se mostró completamente de acuerdo con la petición de la Iglesia. Gerardo Conde Roa aseguró que los actos políticos, «sexan da forza que sexan», el 25 de julio no tienen cabida con el espíritu de la fiesta. En cuanto a los conciertos, recordó que «en moitas ocasións xa se quedara en trasladalos», tanto por los problemas de aglomeraciones como por el ruido, del que «os veciños xa se queixaron».