La pasada madrugada un grupo de lobos acabaron con la vida de siete ovejas que formaban parte de un rebaño de Monte Xalo, en el municipio de Carral. Según Olegario Castelos, propietario de la explotación, tuvieron que ser varios ejemplares de lobo los que atacaron la noche del pasado martes a su rebaño de ovejas. «Por la cantidad que comieron tuvieron que ser varios, dos de ellas estaban completamente destrozadas», señaló Castelos. Desde su experiencia, ya que asegura «saber más de lobos que de perros», sostiene que «fueron lobos veteranos porque matan a las que están cerca del alambrado».
Fue en la revisión que Olegario efectúa diariamente al rebaño cuando se percató de que sus animales habían sido atacados. «Debió de ser un despiste, porque siempre coloco a las dos perras en los extremos del rebaño, pero ayer las até a las dos juntas, y los otros dos perros debieron ir para allí y no se enteraron de que los lobos estaban atacando por la otra parte, porque las perras tienen un oído muy fino», aclara Olegario Castelos. Sin embargo, no es la primera vez que un lobo acaba con alguna de las unidades de su rebaño, formado por más de mil ovejas.
«Llevábamos unos meses tranquilos, pero ya nos vino de nuevo la intranquilidad», lamentaba Castelos. Hace menos de tres meses que otra manada atacó su ganado. En aquella ocasión, mataron alrededor de cincuenta ovejas en dos ataques. «Otras veces se comieron siete, diez, ocho, tres, dependiendo de donde estuvieran las ovejas».
Castelos explica que la explotación ocupa una extensión de tres hectáreas, situadas a dos kilómetros de donde él y su familia tienen la vivienda. «No nos enteramos de nada, pero los perros algo tuvieron que notar, porque sino se hubieran comido veinte o treinta ovejas».
La parcela, situada próxima a la urbanización de Castelo, en Monte Xalo, está completamente vallada, pero su propietario señala que los lobos pueden introducirse o bien por debajo o por encima de la verja.
Alrededor de un mes
Castelos cree que este grupo de animales, que esta pasada madrugada atacó su rebaño, se quedará por la zona alrededor de un mes. «Si no surge otra cosa, se quedarán por aquí, a no ser que los espanten con petardos o con tiros».
Aunque el dueño legal de la explotación es uno de sus dos hijos, es Olegario quien se encarga del trabajo diario. «Nosotros malvivimos de esto, si no hubiese tantas problemas como lobos, cuervos que nos hacen más daños que los lobos, o los perros, que nos desaparecen porque se los llevan para adiestrarlos para peleas»... La explotación incluye también caballos, que ya en los años ochenta fueron víctimas de varios ataques por parte de lobos.