Un joven que estuvo a punto de ahogarse en Valcobo, ingresado en estado grave en el Canalejo
A CORUÑA
Un joven estuvo a punto de morir ahogado ayer en la playa de Valcobo, en Arteixo. Todo apunta a que sufrió una indisposición mientras se bañaba en el mar y fue incapaz de ganar la orilla a nado. Eran cerca de las ocho de la tarde cuando el chico, de 23 años y vecino de A Laracha, se vio en problemas y comenzó a pedir auxilio. Sus gritos fueron oídos por un grupo de surfistas.
Los deportistas se dirigieron rápidamente hacia el muchacho y varios de ellos agitaron los brazos y lanzaron gritos hacia las personas que se encontraban en el arenal para alertarles de la situación, según explicaron testigos presenciales de los hechos. Algunos de los presentes comenzaron a pedir una ambulancia.
Cuando los surfistas llegaron al punto en el que se encontraba el joven, este se encontraba flotando boca abajo. Al instante, lo cogieron y lo sacaron hacia la orilla. Dos socorristas que se encontraban cerca acudieron también rápidamente. Uno de ellos solicitó por un walki talkie asistencia médica para atender al muchacho, al que le practicaron ejercicios de reanimación cardiorrespiratoria. Varios de los presentes explicaron que expulsó arena y abundante agua tanto por la nariz como por la boca. Sin embargo, según indicaron las mismas personas, no parecía dar señales de vida.
Asistencias
Transcurridos unos minutos llegó también a la playa una patrulla de la Policía Local de Arteixo, y los agentes separaron a la gente que estaba alrededor del accidentado mientras se le seguían prestando los primeros auxilios a la espera de que llegasen las asistencias sanitarias. Al lugar también acudieron miembros de Protección Civil. Según informaron desde el servicio de emergencias municipal, la ambulancia que se desplazó hasta Valcobo procedía de A Coruña. Algunos testigos aseguraban que tardó alrededor de una hora en llegar.
Con el vehículo medicalizado, del 061, se trasladó también un médico del centro de salud de Arteixo, que atendió al joven in situ y poco después decidió que se procediese a trasladarlo al Juan Canalejo. Finalmente pasaba ya de las nueve cuando la ambulancia partió hacia el complejo hospitalario coruñés.
Testigos presenciales del accidente dijeron que momentos antes de meterse en el agua el joven había comentado a su novia y varios familiares que pasaban la tarde con él que se encontraba un poco mal y que iba a darse un chapuzón a ver si conseguía despejarse. Algunas de las personas que presenciaron los hechos comentaban después que tanto la chica como los miembros de la familia del joven estaban muy afectados y visiblemente nerviosos por lo ocurrido. También criticaron la tardanza del vehículo sanitario en llegar a la playa.
El joven permanecía al cierre de esta edición ingresado en la uci del Canalejo. Su estado era grave.