Un recorrido por A Coruña con este especialista permite apreciar las dificultades para estacionar y también los aprietos que sufren algunos conductores
11 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.El coche lleva sobre el techo el cartel de autoescuela Sada, pero el conductor no es ninguna persona aspirante a obtener el carné de conducir sino Manuel Maceiras Barallobre, profesor de la citada autoescuela y vicepresidente de la asociación provincial de este colectivo. Como el asunto va de aparcamientos, de distancias entre coches y de falta de espacio lo mejor es ir a lo práctico y hacer un recorrido por la ciudad, mientras Maceiras va contestando preguntas. Esto permite ver las tribulaciones de algunos conductores que bien podrían llevar la L de novatos, a juzgar por los trabajos que tienen que pasar para aparcar.
-¿A la gente le cuesta mucho aprender a aparcar?
-No, yo suelo enseñar a estacionar al final. Primero enseño a manejar bien los pedales, a mover bien todo el vehículo. Una vez que ya tienen un buen dominio de los pedales ya es más fácil; de todas formas hay dificultades para aprender bien... (mira ese por ejemplo, va a subir la rueda sobre la acera, ahora le da para adelante... Podría hacerlo bastante mejor). Y además no siempre se exige la prueba de aparcamiento durante el examen.
-¿Es posible que una persona se examine y apruebe el carné de conducir sin tener que hacer la maniobra de aparcar?
-Sí lo es y se debe también al problema de la falta de espacio para aparcar, porque puede ocurrir que durante el recorrido no aparezca un lugar adecuado para estacionar y por lo tanto el examinador no le indique que haga la maniobra de aparcar. No todos los aspirantes hacen la prueba de estacionamiento.
-¿No es obligatoria esa prueba?
-Por ley, en la orden de examen dice que es obligatorio hacerla. Pero si durante esos 20 o 25 minutos que dura la prueba el examinador no encuentra un lugar adecuado pues lógicamente no la hace.
-También suspenden por aparcar mal, ¿no?
-Claro. Si apoya la defensa contra la otra defensa, lo que es aparcar al oído, eso es eliminatorio, o si suben una rueda a la acera, o si a la persona le lleva más de dos minutos estacionar.
-¿Y cuántas maniobras?
-No hay un número delimitado, ahí ya depende de la habilidad de la persona, de las maniobras que pueda hacer en aproximadamente esos dos minutos de tiempo.
-¿Y aprenden a estacionar dejando los 30 centímetros mínimos de la ordenanza?
-Lo que le enseñamos a hacer a nuestros alumnos es, lógicamente, a aparcar correctamente, arrimaditos a la acera y a una distancia prudencial del vehículo que está delante y detrás. No le enseñamos a pegarlo, ni buscamos unos sitios justos donde quepa justito el vehículo.
-O sea, que no tengan que aparcar de oído ¿no?
-No eso no; nosotros no dejamos que toquen. Eso no nos vale. Tienen que dejar una distancia de unos 40 centímetros, pero eso lo indicamos sin hablar de centímetros, sino que dejen un hueco suficiente para que los vehículos de delante y de atrás puedan maniobrar. (Mira este sitio ya es muy justo... ese si, tendrá los 40 centímetros que nosotros les enseñamos a dejar). También insistimos en que el automóvil no quede sobresaliendo de la acera, para que no ocupe el carril de la circulación. Sobre todo lo que les enseñamos es que si hay un hueco para dos turismos, que dejen sitio suficiente para el otro. Se trata de saber aprovechar lo mejor posible el espacio disponible, si bien de manera que no toquemos defensa con defensa: Esa es la clave.
-Para hacer las prácticas de aparcamiento en la ciudad lo tienen complicado ¿no?
-Sí, hay sitios en los que ya no podemos hacerlo. Normalmente nos vamos hacia la zona de Elviña, del Barrio de las Flores, que es por donde suele haber más sitios, o hacia el puerto, que a veces también quedan huecos. Hay otras zonas en las que es imposible aparcar porque esta es una ciudad cada vez más angosta, con menos espacio.
-Y luego está el tamaño de los vehículos que cada vez es mayor.
-Efectivamente. En los aparcamientos públicos yo veo que las plazas son estrechísimas. Hace unos días estacioné en el subterráneo de la plaza de María Pita y no podía salir del coche. Deberían pintar las plazas algo más anchas. Pero claro, allí no van a sancionar los municipales.