Ya están volando bajo, a ras de contenedor, también alto, y chillando a todas horas, molestando a los vecinos de Monte Alto, la Ciudad Vieja y los Castros, fundamentalmente. Las gaviotas están revoltosas, y la cascada de quejas al 010 se ha iniciado. El Ayuntamiento está alerta. Locus Avis, la concesionaria del servicio de control de aves, vigila, aunque aún no actúa. Pero actuará. La novena guerra contras las gaviotas (desde el 2000 se las combate de forma continuada) empezará el 5 de mayo.
¿Pero qué está ocurriendo estos días en los aires? Miguel Álvarez, biólogo de Locus Avis, tiene la respuesta: «Hace un mes, las gaviotas empezaron a repartirse los tejados de los edificios. Estamos asistiendo a la lucha de territorios y a la construcción de nidos. Por eso andan a tortas y a gritos entre ellas».
Hasta hace un mes estaban tranquilas. «Hasta marzo no se les ve todo el tiempo en el mismo sitio. Uno puede estar en la ría comiendo y su pareja en un tejado en la Grela. Se juntan cuando tienen que procrear, que es cuando surge la necesidad de encontrar un tejado para hacer el nido y poner los huevos». Las gaviotas son monógamas durante la etapa del apareamiento. Las visitas a los tejados en busca de huevos empezarán el próximo 5 de mayo. Se espera una avalancha de peticiones. El servicio es gratuito, y ya se puede solicitar en el 010.
La ceremonia previa al apareamiento es ruidosa, pero lo peor llegará en julio, cuando los pollos empiecen a volar.