La comparsa coruñesa «Os Maracos» ha organizado este acto previo al Antroido coruñés.
31 ene 2008 . Actualizado a las 13:36 h.Francisco Franco en persona, protegido por su Guardia Mora, ha sido hoy el encargado de restituir al pueblo de Sada el pazo de Meirás, residencia veraniega del dictador y «donado» a la familia del Generalísimo a iniciativa de un grupo de afines al régimen, en un acto previo al Carnaval coruñés.
El acto, una especie de performance-rueda de prensa, fue organizado ante el pazo por la veterana comparsa coruñesa «Os Maracos», creada hace 26 años por un grupo de amigos rojos de toda la vida, y que este año pasarán los Carnavales disfrazados de la Guardia Mora de Franco.
Ante el edificio, que fue residencia de la escritora Emilia Pardo Bazán y al que la familia de los Franco deniega el acceso a la Xunta, un grupo de más de diez falsos bereberes colocaron un cartel con el lema: «Santa Rita, Rita, Rita, lo que se da no se quita».
Un miembro de la comparsa caracterizado del «Caudillo» hizo entrega, flanqueado por su guardia, a un también simulado alcalde de Sada el imaginario título de propiedad del pazo para simbolizar su devolución al pueblo.
Tras la emisión desde una carroza de grabaciones de Franco hablando del estado de los pantanos, los miembros de Os Maracos anunciaron también su intención, igualmente festiva pero con carga política, de sustituir durante los carnavales los nombres de algunas calles de A Coruña que todavía tienen nombres franquistas como Juan Canalejo o la plaza de Millán Astray.