El colegio San Luis Romero vive la celebración más internacional

ángel palmou CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Los alumnos extranjeros compartieron con sus compañeros ricos postres

21 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Rumanía, Pakistán, Argentina, Brasil, Colombia, Alemania, El Salvador, Andorra, China... No se trata de los rivales de la selección de fútbol para el próximo Mundial, sino de la pequeña ONU en que se ha ido transmutando el colegio carballés San Luis Romero.

Con 27 alumnos extranjeros en sus aulas (el 21,5% del total) el centro se está convirtiendo en todo un ejemplo de integración, tal como se pudo ver -y disfrutar y degustar- ayer en una fiesta navideña de lo más internacional.

Si durante el Samaín, los pequeños carballeses nacidos aquí y los que lo han hecho en el extranjero, estrecharon aún más sus lazos recordando las historias de miedo de sus distintas culturas, ayer lo hicieron compartiendo un extenso y variado surtido de postres capaz de satisfacer al más goloso.

«Pudin o tarta», ofrecía con la satisfacción propia de ser la autora de ambos platos, Nayara, una niña brasileña de 12 años que en solo unos pocos meses ya se ha integrado plenamente en el centro. Junto a ella, Geraldin, de Colombia; María José, de Venezuela, y Claudiu, de Rumanía -ayudando a Máximo, llegado ya hace ocho años de Argentina- integraban una de las mesas dispuestas a lo largo del centro y por la que el resto de sus compañeros fueron pasando -plato en mano y con una gran sonrisa en la cara- durante toda la mañana.

«No pensaba que iba a hacer tantos amigos tan pronto», explicaba Lorena, la mayor de cinco hermanas rumanas que llevan también solo unos pocos meses en Carballo, mientras atendía junto a una alumna nacida en Carballo, Talía, el puesto de te de frutas con el que los responsables del San Luis Romero quisieron hacer también un guiño a la pequeña Yun, llegada de China. Arepas rellenas de queso, bizcochos, alfajores y pan de coco fueron otros de los manjares que degustaron los alumnos carballeses: entre ellos Husnaim, de solo 3 años y de origen pakistaní, Jennifer (de Brasil) o Pablo (de Andorra), demostrando así que la integración también puede ser bidireccional. «No se trata solo de que se adapten los niños que vienen de fuera, sino que los de aquí se adapten también a ellos y que todos aprendan juntos», explicaban ayer las responsables del centro visiblemente satisfechas por los resultados de un proyecto de integración que ha permitido convertir en habitual ver a una niña rumana conversando en gallego con una pequeña de Cances, y que está demostrando también que los más pequeños también tienen mucho que enseñar a los adultos a la hora de romper barreras.

Hoy la fiesta continuará para esta pequeña ONU del San Luis Romero con la tradicional visita de Papá Noel (sobre las 11.30 horas) y una sesión de música a cargo del dúo Nylon (una hora después).