El cadáver de José García Fraga, el octogenario que fue víctima de una brutal paliza el 30 de octubre en Carballo, recibió sepultura ayer a las cuatro de la tarde en el cementerio de San Vicente de Niveiro (Val do Dubra). Centenares de personas despidieron al infortunado jubilado y acudieron a los oficios religiosos. Además de los vecinos de la parroquia de la que García Fraga era originario estaban presentes un buen número carballeses.
Mientras todo esto sucedía, de momento, no se ha tomado ninguna medida para localizar a la persona que causó las agresiones. «El ya está allá, que es lo peor y no se ha hecho nada», comentó una persona allegada a la víctima. Las fuerzas de seguridad no tienen previsto tomar medidas hasta que se conozca el resultado de la autopsia realizada a José García, que contaba 83 años y tenía un hijo y dos nietos.
Vecinos de la calle en la que se produjo el altercado el último domigo de octubre decían ayer por la tarde que estaban «consternados» y esperan una solución al caso.