«Aprendo mucho con los alumnos de mis talleres» 

marta valiña CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

04 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El escritor carballés Carlos Andrade Caamaño (Artes, 1957) acaba de publicar su segunda novela Do not cross the line, una trepidante historia de género negro que transcurre en Nueva York, pero en la que, confiesa, Galicia también está presente. El libro, que ya ha sido presentado en Ginebra y Lima podrá encontrarse en las librerías de toda España a partir de este lunes.

-¿Qué se puede desvelar de «Do not cross the line» sin desvelar ningún misterio?

-Se trata de una novela de género negro, pero también es muy social. En ella reflejo la historia de las maras (pandillas) que hay en los barrios de Harlem y el Bronx, en Nueva York, y cómo estas nuevas organizaciones criminales van instalándose en la sociedad. Es una novela negra, pero también social, porque en ella he querido mostrar los grandes contrastes de lujo y marginalidad que hay en Nueva York.

-¿Cómo surgió la idea?

-La idea de la novela surgió en un viaje que hice a Nueva York, en el que me sorprendieron los miles de pares de zapatillas que había colgados en los cables y árboles del Bronx. En España también empiezan a verse, pero el significado que le han dado no tiene nada que ver con el original, porque esas zapatillas representaban a las víctimas de las distintas maras.

-Es decir, su nueva novela no tiene absolutamente nada que ver con su primera novela, «Aquel diluvio de otoño».

-La primera novela era muchísimo más intimista que esta, pero en este nuevo libro también hago guiños constantes a mi tierra. Siempre recurro a mis recuerdos y la huella de Galicia está muy presente en mi obra. En Do not cross the line incluso hay algún personaje gallego, como el chófer de uno de los protagonistas, que se llama Aurelio Andrade.

-El primer libro salió al mercado en el 2007. ¿Por qué ha tardado tanto en volver a publicar?

-La investigación previa para escribir mi nueva novela me llevó mucho tiempo y, además, he estado dando conferencias e impartiendo cursos de formación a novelistas. [Carlos Andrade es co-director del Centro de Formación de Novelistas, que imparte talleres en Madrid, Venecia, Ginebra y Miami].

-¿Es más difícil escribir o enseñar a escribir?

-Se supone que en los talleres tengo que enseñar, pero la verdad es que yo también aprendo muchísimo con los alumnos. Son muy gratificantes, porque este es un oficio muy solitario y los principiantes agradecen que alguien les explique sus trucos y secretos. Yo sé lo que sufren porque lo he sufrido y me gusta mucho contarles mi experiencia.

-¿Hay algún truco para escribir una novela?

-Hay que ser muy constante y no abandonar jamás. Debemos pensar que si nos lo proponemos podemos. Después serán los lectores y el destino los que determinen si es buena o no. Escribir es como una lucha a muerte y no puedes permitir rendirte. Te pueden tumbar, pero no vencerte y hay que insistir continuamente y tener en cuenta que muchas veces es tan importante lo que se queda fuera como lo que dejas dentro de la novela y tiene que ser coherente, porque mientras que las verdades no necesitan ser creíbles, las mentiras sí y la literatura es una continua persuasión.