La Orquesta baila al ritmo de Ramón Vigo

Eduardo Eiroa Millares
e. eiroa CEE/LA VOZ

CARBALLO

El regidor se quedó a un puñado de votos de doblar su cifra de ediles

24 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

«O pobo ten claro que Vigo non é un delincuente», decía ayer, con la voz algo cascada tras una larga noche, el alcalde de Cee. Pese al cansancio, Ramón Vigo estaba encantado. «Sei o difícil que é ser independente en política, no tes nada e tes que ir contra todos os elementos», dijo tras acariciar en las elecciones el sexto concejal.

Las seis imputaciones de la operación Orquesta no han bastado para anular a los independientes en la escena política. Todo lo contrario. Se crecieron durante la campaña y el partido de Ramón Vigo se convirtió en la fuerza más votada. «Gañamos pese a toda a presión», aseguró. Y la hubo.

Se comió a los rivales y en especial a sus antiguos socios de gobierno, que obtuvieron resultados anémicos. El PP aguantó a duras penas del cuarto edil y solo el BNG salió reforzado de las urnas, a un centenar de papeletas de convertirse en Cee en la segunda fuerza más votada. ¿Y sin Orquesta? Vigo cree que podría haber conseguido la mayoría absoluta sin dificultad.

Vigo cree que los votantes respondieron al trabajo hecho. Le queda un largo camino judicial pero el veredicto de sus vecinos, el que a él más le interesa, lo tiene claro.

Los otros dos ayuntamientos implicados en esa operación judicial han bailado también sobre el sumario. En Fisterra el PP revalidó su mayoría absoluta. «Con 90 votos menos seguiríamos tendo maioría absoluta», comentaba ayer el alcalde, José Manuel Traba, echando cuentas. Hace cuatro años hubo margen más holgado. Los nacionalistas fisterráns, que mantienen dos ediles, consideran que con menos votos de los que dice el alcalde hubieran acabado con su mayoría absoluta.

Lo cierto es que nada cambiará en Fisterra, como tampoco lo hará en Mazaricos.

Sí puede haber variaciones en Cee porque las matemáticas lo permiten. Vigo ve la posibilidad de quedarse en la oposición. Eso sí, con el orgullo y la razón de haber sido, con diferencia, la fuerza más votada.