La empresa tendría información privilegiada en Fisterra y Mazaricos
08 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El contenido de los diez tomos de la operación Orquesta empiezan a conocerse después de que el juez decretase el levantamiento del secreto de sumario. Un ejército de procuradores se afanaban ayer en fotocopiar unos documentos en los que hay cientos de llamadas telefónicas intervenidas con un contenido que permite ver indicios de delito o, al menos, de malas prácticas y de dudosa moralidad.
Del sumario se desprende que la empresa de Ogando tenía las cosas bien atadas para construir sin competencia tanto en Fisterra como en Cee y Mazaricos.
En los casos de Fisterra y Mazaricos hay conversaciones intervenidas entre técnicos municipales y de la empresa -todos ellos imputados- que no dejan lugar a muchas dudas. La compañía llegaría a las mesas de contratación con las mejores ofertas porque le habrían filtrado qué puntos serían los más valorados.
Las obras de la Casa da Cultura y del campo de fútbol de Cee, ambas realizadas por la empresa de Daniel Ogando, se adjudicaron con numerosos informes contrarios de secretaría e intervención.
Es más, en el caso de la del campo de fútbol, el modelo de baremación que se utilizó ni siquiera era el preceptivo. La intervención de Cee mostró reiteradamente su disconformidad con la forma de contratación, llegando a recomendar la anulación de algún contrato. Sin embargo, las actuaciones siguieron adelante.
Son detalles que se desprenden del sumario de la operación Orquesta, aunque no los únicos. El empresario de la construcción tendría información privilegiada a la hora de presentarse a los concursos. Es más, hay llamadas, intervenidas en la operación judicial, en las que el arquitecto que trabajaba para Ogando hablaba con un técnico de Mazaricos para afinar en los detalles con los que llevarse la obra. Finalmente el contrato fue para él.
Las conversaciones telefónicas también existen en Fisterra, un Ayuntamiento en el que Ogando habría conseguido la adjudicación del campo de futbol de hierba artificial sin contar con ningún informe técnico del Ayuntamiento, según se desprende de la documentación -o de la falta de ella- intervenida. Hay también conversaciones del arquitecto de Fisterra con representantes de la empresa en la misma dirección que en los casos anteriores.