La protectora de Carballo denuncia en la Guardia Civil el maltrato de un perro

Juan Ventura Lado Alvela
Juan Ventura Lado CARBALLO/LA VOZ.

CARBALLO

08 ene 2011 . Actualizado a las 02:00 h.

La responsable de la protectora de Carballo, Araceli Vila Regueira, acudió ayer al cuartel de la Guardia Civil de Carballo para presentar una denuncia relativa a un caso de salvaje maltrato animal. «Trátase dunha femia de pastor alemán que nos chegou desnutrida, cega dun ollo e cun corte moi profundo todo na volta do pescozo», explicó Vila, quien confía en recuperar al animal de su «pésimo» estado de salud.

La perra, antes de que los voluntarios la trasladasen a las dependencias de la asociación, sufrió una auténtica tortura en un monte próximo al lugar de Nogueira, en la parroquia coristanquesa de Seavia. «Falando aquí no bar oín que había un can atado a un eucalipto e pensei se non había ninguén logo que lle puidese cortar a corda, porque polo visto sabíano. De feito, xa lles preguntei como era posible que visen un animal así e non collesen un fouciño para cortarlle a corda. Despois veu un rapaz, que dixo que sabía onde estaba. Pedínlle que subise no coche e fomos para alá», explica Manuel Canedo, el vecino que salvó al animal y que todavía está horrorizado por la manera en la que lo encontró: «Estaba muy mal. Faltáballe un ollo, que non sei se o perdeu alí ou xa estaba sen el. Tiña o pescozo todo en carne viva porque se a corda fose de esparto tería un pase, pero como era desas duras, o animal, ao querer escapar, supoño, foi labrando todo en volta».

Al quedar libre, cuando Manuel le cortó la cuerda, la perra «non andaba» y casi no se tenía en pie. «Polo menos levaba alí dende Noiteboa, así que leveina para a casa e deille de comer. En canto veu a auga, bebeu toda a que quixo e eu boteille un frasco enteiro de Betadine [medicamento antiséptico]», añadió Canedo, quien asegura que el animal no es de ningún vecino de la zona. Eso sí, «o que deixou coñece ben o sitio, porque non o deixou na beira do camiño, meteuno case un quilómetro monte adentro.

«Habíanllo de facer a eles»

Manuel tiene tres perros en casa y no entiende como alguien puede tratar así a un animal. «Se non o queren, polo menos que chamen ao veterinario para que o maten, pero isto non ten xeito. Merecían que llo fixesen a eles», sentencia el coristanqués, que está convencido de que estas cosas no sucederían si los animales de compañía fuesen identificados con el correspondiente chip electrónico.

La protectora le ofreció la posibilidad de quedarse con la perra e incluso se comprometió a facilitarle la comida, debido a la saturación de las dependencias de la asociación. Sin embargo, Manuel rechazó esa opción, porque tiene tres niños pequeños y teme que el animal sea portador de alguna enfermedad que le pudiese trasmitir a los escolares. De hecho, él mismo quemó la ropa que llevaba puesta en el momento de cortar la cuerda, para evitar posibles infecciones.

Con la última reforma del Código Penal, el maltrato de animales «si puede peligrar su vida o su integridad» consituye una falta penal de carácter grave, castigada con penas importantes. Cualquier ciudadano puede denunciar, bien por vía administrativa, o a través del Seprona de la Guardia Civil, este tipo de casos.