La fisterrana María Marcote cumple 109 años y ya es la segunda de más edad de Galicia
CARBALLO
La fisterrana María Marcote Boullosa cumple hoy 109 años, que la afianza aún más (tiene este puesto desde hace pocos meses) como la segunda persona de más edad en Galicia. Hace justo un año ya era la cuarta y la primera de la provincia, y hace ya unos años que es la más longeva de la Costa da Morte.
Más aún: los 109 años de María la convierten en una de las personas de más edad en España en la actualidad. No está del todo claro en cuál, porque existen diversas estadísticas al respecto, y no todas coinciden ni se actualizan al mismo tiempo. Lo que parece tener pocas dudas desde hace escasos días es que la número uno gallega, la ourensana Rosa Martínez Casais, también lo es de España, según las últimas informaciones.
Rosa es mucho más mayor que María, porque cumplió los 110 el pasado mes de mayo. Una eternidad, en los plazos vitales de los supercentenarios. Con todo, hace mucho que nadie en la Costa da Morte alcanza los 109 años, aunque lo más probable es que sea la primera vez que ocurre. El récord más reciente, en los últimos quince años, se quedó en los 107.
Después de María, la segunda en edad en la zona es Avelina Mouzo Leis, con 104 años desde Nochebuena, dos semanas antes de que los cumpliese Manuela Golán Juncal, de Rodís-Cerceda. En los últimos doce meses se produjeron unas cuantas bajas en este peculiar ránking de la edad en la comarca.
La líder indiscutible, María, está bien de salud para la edad que tiene, como reconocía ayer su hijo Manuel, uno de los dos que tiene en Fisterra (los más jóvenes). Cinco más emigraron a América, y allá siguen. El mayor tiene ahora 82 años, y el más pequeño, 63. Ella enviudó el 23 de marzo de 1963. Manuel dice que la memoria de su madre es excelente, lo mismo que la conciencia de la edad que tiene, «nota o medo da idade», señala. Explica que es plenamente consciente de los años a los que ha llegado, algo insólito a estas alturas. «Di que ten cento e máis nove», indica el hijo. Y lo recuerda casi todo. Su memoria puede volar hasta sus vivencias de niña, relatando episodios vividos en Fisterra durante la Primera Guerra Mundial, cuando por allí pasaban alemanes e ingleses aprovechando la estratégica ubicación.
María no fue mucho de médicos. Lo mínimo. «Nunca tivo enfermidades graves», aclara manuel. Al hospital acudió una vez con 104, debido a un golpe que llevó. Nada demasiado serio. Los 109 años sí que lo son.