La conservera Industrias Cerdeimar incorporará pasado mañana a 25 nuevos trabajadores, que empezarán a desempeñar sus funciones en la planta que tiene la empresa en Camariñas. Son 20 operarias, en período de formación, para la línea productiva y otras cinco personas para diferentes áreas operativas y de gestión.
Estas contrataciones ponen de manifiesto la apuesta que está haciendo la compañía para seguir creciendo pese a la inestabilidad de los mercados que complica la fijación de unos horizontes productivos. «Al esfuerzo de innovación y comercialización que estamos realizando en este último período hay que sumar, sin duda, el tesón de todos los integrantes de la empresa, aunque nunca hay que olvidarse de la suerte», señaló el director general del grupo, Andrés Cerdeiras, quien maneja estimaciones que le permiten prever un aumento de la plantilla hasta los 200 empleados en los próximos dos años.
En estos momentos, la compañía fabricante de Conservas Boya tiene un equipo de trabajo formado por unas 170 personas, de las cuales más del 80% son mujeres, la gran mayoría de ellas vecinas de Camariñas o del resto de la comarca.
Con estos nuevos fichajes, Cerdeimar da por concluida una de etapa de reorganización interna que culmina con la creación de dos divisiones, la conservera y la dedicada a los platos preparados.
Todo el proceso se enmarca dentro de un esfuerzo destinado a «la consolidación definitiva de la estrategia de diversificación, especialización y diferenciación emprendida por la dirección hace más de una época», según señala la empresa en un comunicado.
Revalorización
El objetivo es continuar en ese línea de revalorización de las que son las principales ventajas competitivas de la firma: experiencia en el sector, relación calidad-precio, valor de marca e innovación.
La compañía alimentaria con sede en Camariñas lleva funcionando de manera ininterrumpida desde su creación en 1884, con lo que se trata de una de las entidades más consolidadas del sector en la comunidad gallega y en todo el territorio nacional.