Salvo en unas cuantas unidades contadas, como Carballo, Cee, A Laracha o Cerceda, que disponen de una plantilla más o menos amplia para atender las necesidades de sus respectivas poblaciones, en el resto de concellos de la Costa da Morte organizar los turnos de policía durante el verano se convierte en un auténtico quebradero de cabeza para los responsables del servicio y para los propios agentes.
La llegada de la época estival, sobre todo en los municipios costeros, implica un aumento automático de la carga de trabajo. Los desplazamientos por carretera se multiplican, resulta mucho más complicado gestionar los espacios de aparcamiento y también resurgen los pequeños hurtos y las peleas, sobre todo asociados al descanso playero y las fiestas que se celebran casi a diario.
Un buen ejemplo de esta problemática lo representa el Concello de Malpica en el que ayer se cerró el plazo de presentación de candidaturas para la contratación del auxiliar que reforzará el servicio durante el verano. Con él, son seis los profesionales que se encargarán de gestionar el aumento poblacional que experimenta la localidad en los meses de julio y agosto. Gracias a esta incorporación, los agentes podrán disfrutar de 15 días de vacaciones. Todo un lujo si se comparan con otros compañeros como los de Muxía, en donde los dos funcionarios de la plantilla van a disponer de una semana cada uno.
Dos más en Laxe
En Laxe, el agente y el auxiliar que desempeñan el servicio durante todo el año, cuentan desde el pasado día 1 con dos nuevos apoyos más que necesarios porque también es una de las localidades más concurridas durante la temporada estival.
No tienen tanta suerte los funcionarios de Cabana, que lo solicitan siempre que pueden, pero no les acaba de llegar el refuerzo veraniego. Esta temporada, al igual que en las anteriores, estarán encargados de la seguridad el agente titular del puesto, que después de 15 años de trabajo en solitario, en los últimos dos ha recibido el refuerzo de un auxiliar.
En Ponteceso, los cinco policías que integran la plantilla tienen además otra carga añadida, que son los turnos de los sábados para atender las zonas de movida nocturna, que complican la organización de sus turnos.
En general, casi todas las unidades de la comarca disponen de un número bajo en relación a los habitantes y a la extensión territorial que deben cubrir. Este problema agudiza las complicaciones en la temporada de verano.