La empresa Galopín celebró ayer una fiesta en As Salgueiras, en la parroquia de Xoandres (Cerceda) a la que acudieron centenares de personas. La iniciativa se llevó a cabo como una actividad de integración dirigida a jóvenes con problemas neuronales y diferentes patologías.
«Queremos que esta actividad suponga un ámbito amable para que las familias de estas personas puedan conocerse y pasar una jornada de descanso», explicaba ayer el director de la firma cercedense, Xosé Manuel Iglesias.
Desde por la mañana, los participantes pudieron disfrutar en las treinta hectáreas de la finca de un sinfín de juegos infantiles bajo la supervisión de varios animadores socioculturales y el apoyo de gente relacionada con el mundo de la salud y el deporte.
«A las familias se les avisó de que fueran conscientes de que todos los niños iban a regresar a sus casas rebozados como croquetas», comentó Iglesias. El objetivo trataba de adaptar las actividades a todos los niños, para que ninguno se quedase solo en un rincón, por lo que las actividades se desarrollaron en todo momento de forma conjunta.
Naturaleza
Otro de los objetivos de esta fiesta partía de la utilización de terapias asistenciales con animales. De esta manera, los jóvenes tomaron contacto con los caballos, a los que acariciaron, peinaron e, incluso, montaron. Ejercicios de hipoterapia o equitación adaptada que, en función de las dificultades de cada uno, sirven para mejorar aspectos relacionados con la movilidad o la socialización.
«Queremos llevar a cabo una actividad muy sencilla, pero con un mensaje de integración que utilice, desde el amor, los valores de la naturaleza», indicó el director de Galopín.
La mayor parte de los participantes pertenecían a la Asociación Discapacitados Ordes e Comarca (Adiscordes), si bien también se acercaron miembros de otros muchos colectivos, como los carballeses de la Asociación comarcal de pais de disminuídos psíquicos de Bergantiños (Aspaber).