El alcalde de Fisterra, José Manuel Traba, considera que los cambios, para mejor, que ha sufrido el municipio en los últimos ocho años son evidentes.
En lo que va de mandato, explica se han hecho cosas. Otras ha costado más ponerlas en marcha. Entre otros motivos, explica el regidor, porque el anterior Gobierno de la Xunta se dedicó a poner trabas y a no aportar soluciones a asuntos como la cesión del campo de fútbol, el saneamiento de Mallas, las obras del Chalé de Vilas, los terrenos del centro de salud y el puerto de Sardiñeiro.
Aun así, dice, hubo avances: «Fixemos unha aposta decidida por sanear moitos núcleos do municipio», dice Traba. En este mandato entró en funcionamiento la depuradora de Fisterra y se aprobó el saneamiento integral de Sardiñeiro.
Además, indica el regidor, el gobierno local trató de impulsar turísticamente el municipio. Para el año que queda, espera Traba que se puedan materializar proyectos en marcha. «O que queremos é conseguir o centro de saúde, a escola infantil e o desenvolvemento do cabo», dice. También suma a la lista el saneamiento de Sardiñeiro y las obras del puerto de esa localidad.
Entre los deseos, alcalde destaca el de poder desarrollar el Pepri y el PXOM. El planeamiento, dice, «é o conto de nunca acabar». Ahora esos dos textos están pendientes de otras Administraciones.
Para el centro de salud apunta que las negociaciones están muy avanzadas, y en cuanto a la guardería están estudiando poder instalarla en un bajo. Para los deseos que quedarán para el próximo mandato apunta uno: «Ter un recinto con capacidade museística que funcione como casa da cultura». Entiende que llevará algún tiempo lograrlo, pero espera que menos que el centro de salud, «co que levamos desde o ano 2003 co lío dos terreos», dice.