Los vecinos de Rus mantienen una batalla constante con los ladrones que amenazan sus casas
CARBALLO
Los vecinos del lugar de Outón, en la parroquia carballesa de Rus, llevan semana sufriendo el acoso continuado de un grupo de delincuentes que aprovechan cada mínimo descuido para colarse en las viviendas y apropiarse de lo que encuentran.
Lo más preocupante, según relatan los propios afectados, es que actúan a plena luz del día y no sienten el más mínimo temor a ser sorprendidos.
A mediados de la semana pasada, los vecinos ahuyentaron a unos cuantos miembros de una pandilla que trataban de acceder a la vivienda de una pareja que trabaja fuera. Los presuntos ladrones estuvieron desde las diez y media hasta las once la mañana viendo cómo podían entrar en el inmueble. Los propietarios de las casas cercanas llegaron a advertirlos hasta tres veces y avisaron al dueño, que tuvo que dejar sus ocupaciones para comprobar que no le habían robado.
A una vecina, que pidió la reserva de su identidad por miedo a represalias, le sustrajeron nueve gallinas el sábado pasado. «O peor é que entran polos sitios polos que ti andas todos os días. Calquera día entras na casa e atópaste con eles dentro. Por iso non sei que imos facer. Teremos que andar avisándonos uns aos outros», comenta la afectada, que no entiende cómo las autoridades no actúan. «Veñen por aquí pedir cos seus audis e de todo. Eu penso que se miraran un pouco, vían claramente que xente sen oficio coñecido non pode ter eses coches», añade.
A otra mujer, que vive sola cerca de la capilla de San José de Alborín «limpáronlle o conxelador», según señaló la primera damnificada. Y, en general, la mayor parte de los vecinos han tenido encontronazos con estos supuesto ladrones.
El concejal de Seguridad, Benedicto Viña, que vive en la zona asegura que desconocía los hechos, pero anunció más medidas de vigilancia.