Del cabo de Cornualles al de Fisterra a bordo de 40 coches clásicos

CARBALLO

Para hoy está prevista la partida, en territorio inglés, de la séptima edición de un rali que enlaza puntos geográficos europeos y recauda dinero para obras benéficas

23 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Barbara Morris, una vecina de 73 años de la apacible localidad de Eghman, en la zona de Middlesex, al oeste de Londres, subirá hoy por la mañana a su precioso Singer Roadster, un coupé del 53 al que apoda cariñosamente Madge . Junto a ella lo hará su copiloto Vicki Holliday, de 57. Lo harán en Falmouth, lugar elegido para concentrarse y cenar. Mañana por la mañana se desplazarán hasta el mítico cabo Cornualles, la Fisterra inglesa, en el suroeste británico. A las dos aventureras (es una aventura controlada) les esperan por delante 1.400 millas que cubrirán en siete días, hasta llegar a su hermano geográfico español, el Cabo Fisterra.

Barbara y Vicki son dos de los participantes en el Grand Tour Cape to Cape 2010 (de cabo a cabo). Junto a ellas, 39 coches más, todos clásicos, algunos del año 1927 y otras joyas posteriores, buena parte anteriores a la Segunda Guerra Mundial.

Cada año, desde el 2004, han enlazado Cornualles con otros puntos significativos de Inglaterra, Escocia, Irlanda y Francia. En esta ocasión ha tocado España. En los foros, este tour está calificado como «el más duro» de la especialidad en Europa. No es de competición, pero sí exige un buen nivel de conducción y atención y, sobre todo, unas máquinas que resistan tanto kilometraje junto, así de golpe.

Vicki explicaba ayer, desde su casa inglesa, que está emocionada con la nueva aventura, y eso que ya tiene unas cuantas. No tan largas ni tan interesantes, y que por primera vez llevará a los expedicionarios a bordo de un ferri, pues será de este modo cómo bajarán desde Plymouth hasta Santander, y desde ahí seguirán por el norte, pasando por los Picos de Europa y Ribadeo, de camino hacia Fisterra, donde esperan llegar el día 30.

Hasta aquí llegará Madge , que ya ha completado dos de los siete trayectos, el primero hasta el cabo Wrath, en Escocia, y el segundo, hace dos años, hasta el Cabo Ferret, en Francia, a escasos kilómetros de Burdeos.

Además de la parte lúdica de una prueba de este calado, existe una vertiente solidaria. Cada año, una buena parte de los ingresos (cada participante debe aportar unas cantidades razonables) se destinan a la ayuda contra el cáncer, en concreto a un centro denominado Macmillan. En esta ocasión, los fondos se compartirán con una asociación dedicada a al apoyo de las investigaciones de los trastornos neuronales.

Los medios británicos han dedicado, en las últimas semanas, una notable cobertura a este viaje, además de numerosas entrevistas con el fundador y organizador del rali, Dennis Greenslade.

Hasta el Cabo Fisterra ya han llegado, en diversas ocasiones, pequeñas flotillas de coches clásicos, pero probablemente nunca lo han hecho tantos, ni de tan lejos.