Crisanto López era una persona muy conocida en Cee. Empresario de éxito, amasó una fortuna sin salir de la Costa da Morte. Originario de Buiturón (Muxía), comenzó pronto a dedicarse a la madera.
Compraba a los productores locales grandes cantidades a las que sumaba su producción propia. Fue uno de los empresarios que convirtieron el puerto de Corcubión en uno de los puntos de mayor movimiento de madera del panorama nacional.
La empresa creció especialmente entre los años 50 y 70. En ese tiempo López exportó miles de toneladas de madera, especialmente a Marruecos.
Con los ingresos obtenidos López se dedicó a multiplicar sus propiedades. Además del aserradero, llegó a tener un gran número de montes, fincas y terrenos, algunos de ellos en Cee.
Falleció en junio del 2007 y fue enterrado en el cementerio parroquial de San Adrián de Toba, donde hasta el viernes se suponía que seguía. Por ahora no hay pistas sobre dónde puede estar el cuerpo y el ataúd desaparecidos. La lápida con su nombre sigue puesta en el lugar que teóricamente debería darle sepultura.