Muy emocionado. Así se presentó el alcalde de Porto do Son, Manuel Tomé, ante unos trescientos vecinos que acudieron ayer a la casa de cultura de la localidad para conocer sus argumentos sobre la moción de censura, presentada por el BNG y el PSOE, que se debatirá el miércoles y que casi con toda probabilidad, apartará al PP del gobierno local. En un tranquilo y reposado discurso, dio por hecho que tendría que abandonar la alcaldía, aunque insistió en que «estivemos aquí para servir ao pobo».
El regidor se subió a la tarima de la casa de cultura con cuatro de los cinco concejales que lo acompañan en la corporación. Antes de nada, reconoció que la oposición «está no seu lexítimo dereito de presentar a moción de censura», aunque no lo compartía.
Comentó que en su momento «non chegaron a un acordo, pois antes eran moi malos e agora parece que xa son bos. Collemos o goberno no seu momento porque eles non chegaron a un entendemento».
Tomé agradeció la colaboración de los vecinos y durante su intervención también puso en entredicho al anterior gobierno socialista que «gastaban máis do permitido». También los acusó de convertir a la localidad en el primer municipio de Galicia en infracciones urbanísticas, «pois antes construíase en calquera sitio sen respectar nada».
Por último, insistió en que su grupo seguirá trabajando por los intereses del municipio y dejarán la alcaldía, «coa cabeza moi alta, pois demos o mellor de nós». También invitó a los vecinos a asistir al pleno, pues «está en xogo o voso futuro e seredes os que perdades».