El sector pesquero barbanzano ve que el caladero próximo a Fisterra está sobreexplotado

CARBALLO

20 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

«O se toman medidas o mucho me temo que nos quedamos sin zona de pesca». Así de contundente hablaba recientemente un armador del cerco de Portosín. Según él, en los últimos años se viene observando un descenso acusado en las capturas de algunas especies debido a la sobreexplotación del caladero próximo a Fisterra. Su opinión es compartida por otros profesionales, como un propietario de un cerquero ribeirense: «Las poblaciones de determinadas especies se han visto mermadas por el exceso de capturas y eso se refleja en el tamaño de los individuos».

El caladero en donde faena buena parte del sector es un área que va desde Corrubedo hasta Fisterra. En total son 24 millas -algo más de 43 kilómetros- en línea recta, donde tradicionalmente abundaban la sardina, el jurel, la caballa, la xarda y otras especies Sin embargo, esta tendencia parece haber ido cambiando con el paso del tiempo. «Ahora cuesta más ir a pescar porque tienes que rastrear más áreas para acceder a un banco de peces y eso implica soportar más costes, sobre todo el carburante», analizó un patrón de pesca.

De hecho, son varios los marineros los que vienen denunciando últimamente el empleo de dinamita. «Este tipo de prácticas ilegales eran propias de otras épocas que, con el paso del tiempo, dejaron de emplearse. Pero ahora, algunos las retoman porque apenas hay bancos y los que hay son pequeños y dejan escasos márgenes comerciales a las casas armadoras», señaló un marinero.