El tráfico marítimo en la zona se ha reducido un 66% en un solo año

CARBALLO

En el muellle de Laxe se ha parado la carga de madera con destino a la principal factoría de celulosa de Portugal

28 ago 2009 . Actualizado a las 10:40 h.

El Sea Cloud II será el próximo barco, que no se dedica a la pesca, que entrará en la ría de Corcubión. Lo hará mañana por la tarde. Este velero de lujo no está incluido en la lista de los once buques que han descargado, básicamente mercancías, en el puerto de Brens durante este año. El último registro que consta en la oficina del capitán marítimo es del 23 de julio.

En el 2005, hasta dos días antes del Día de Galicia, habían amarrado en los muelles de Cee un total de 33 embarcaciones para abastecer o cargar productos de Ferroatlántica y de Caolines de Vimianzo, que son los dos atractivos principales del tráfico marítimo.

A causa de las crisis, ambas compañías presentaron sendos expedientes de regulación de empleo (ERE) que les fueron aprobados por la Xunta y que han supuesto una reducción de la actividad.

En el caso de Corcubión, la esperanza de que la situación mejore se limita a la ampliación del puerto de Brens y a la recuperación de Ferroatlántica, que a principios de julio reactivó uno de sus hornos para obtener siliciomanganeso y el 13 de agosto reanudó la producción de ferrosilicio.

Precisamente, las esperanzas están puestas en el manganeso. Este mineral, cuyos principales productores son Rusia, la India, Australia y Marruecos, llega embarcos al puerto de A Coruña y se traslada en camiones hasta Cee. En la factoría de Brens se utiliza para la fabricación de silicomanganeso y de ferromanganeso. En el primer caso se trata de un sustitutivo de los otros dos productos que salen de Ferroatlántica y se utiliza, como los anteriores, en las adicciones a los aceros, aunque el silicio aporta un carácter desoxidante, en tanto que el manganeso es desulfurante.

El caso es que con la ampliación del muelle de Brens, que pasará a tener 320 metros de largo y unos 100 de ancho, lo que incrementará notablemente su capacidad de almacenaje, se podrán recibir los buques que se quedan ahora en A Coruña, lo que supondrá un importante incremento del tráfico de mercancías.

Variación

Menos esperanzas hay para Laxe. Las descargas en este puerto han sido de lo más variadas en los últimos años y casi imprevistas. A momentos de intensa actividad le han sucedido épocas de vacío casi total. Es lo que ocurre ahora. Después de más de un año con una media de entre dos y tres barcos mensuales, la actividad se ha paralizado. El transporte de madera a la principal factoría celulosa de Portugal ha quedado paralizado en el caso laxense, aunque podría seguir manteniéndose el abastecimiento de madera al país luso desde Viveiro o Celeiro.

Antes de eso, han utilizado el muelle comercial laxense Calvo Conservas y Hierros Añón. El primero descargó atún congelado entero y lomos, para los que hubo que crear un PIF (puesto de inspección fronteriza), que, a pesar de la inversión, no llegó a utilizarse. Hace ya años que Calvo utiliza, entre otros, el puerto de A Coruña.

Después vino Hierros Añón, que aprovechó que el muelle comercial laxense estaba prácticamente inutilizado para emplearlo como almacén al aire libre con destino sus instalaciones de Lendo, en A Laracha, y del polígono de Sabón en Arteixo. El proyecto se fue al traste, entre otras razones, porque el puente de Ponteceso no soportó el peso y hubo que reforzarlo, lo que mantuvo la carretera cortada varios meses.

En la actualidad, el movimiento mercante es mínimo en la zona. El práctico, Josecho Centeno Vidal, explica que ha habido momentos con un tráfico de 90 barcos al año en los puertos de Laxe y Corcubión, pero en este ejercicio el técnico solo ha asistido a 25 entradas, y algunas de ellas han sido únicamente para protegerse del temporal.

Josecho Centeno tiene a dos hombres a su cargo y una lancha con la que atiende, además de los puertos comerciales de la Costa da Morte, el de Sada, aunque en este caso, desde enero de este año solo se ha producido la entrada de un barco, por lo que el muelle se deshabilitará para la entrada de mercancías por mar, pero se mantendrá como puerto pesquero.