Los vecinos de la localidad fueron los primeros de la zona en disfrutar de la cabalgata y los regalos de los Magos de Oriente
05 ene 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Aunque de todos es sabido que los Reyes Magos no tienen dificultad para participar en todas las cabalgatas que se celebran simultáneamente y en recorrer cuantas viviendas sean precisas en una sola noche, los de Cerceda optaron por escapar del ajetreo previsto para hoy y adelantaron a la jornada de ayer su visita a la localidad.
Además, como ocurre en el municipio desde hace ya tres años, cambiaron los caballos -su medio de locomoción habitual por estos lares en sustitución, a su vez, de los camellos- por carruajes, gracias a la colaboración de la escuela de equitación de la empresa Galopín, y dispusieron de un acompañamiento de excepción, formado por una treintena de jinetes. Entre ellos estaba gente tan conocida en el mundo de la equitación como Manolo Paradela (campeón gallego de doma vaquera), José Vidal (brigada de caballería ya retirado) o Braulio Iglesias (domador y criador).
El frío propició que los cercedenses saliesen con más timidez que otros años a las calles para seguir el colorido recorrido dispuesto entre el campo de la feria y el auditorio, pero este último punto sí congregó a centenares de vecinos, lo que propició que el salón de actos se quedase pequeño para acoger a todos los niños que querían sentarse en las rodillas de los tres Magos de Oriente e intercambiar sus cartas por regalos bajo la mirada atenta de sus padres y sus cámaras de fotos.
El chocolate caliente puso el punto final a una animada jornada festiva que se desarrolló sin incidentes gracias a la labor de los agentes de la Policía Local, Protección Civil y de los voluntarios que formaron un equipo de casi un centenar de personas, y entre el que estaban también un grupo de jinetes llegados desde Ordes.