En Carballo hay siete niños por cada plaza de comedor escolar disponible

Luisa Gutiérrez

CARBALLO

04 jun 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El sistema público educativo se tambalea en Carballo. La falta de plazas en los comedores de los centros escolares de la capital de Bergantiños pone de manifiesto las carencias que sufren los vecinos del municipio. De los más de 2.000 alumnos que registra el concello solo 277 -del colegio Fogar- comen gracias a una subvención de la Xunta. El resto, se las ingenia como puede o, directamente, no disfrutan de este servicio.

En el colegio Bergantiños, la asociación de padres puso en marcha hace unos años un servicio de cátering que financian los progenitores con escasas ayudas públicas. Los familiares de un niño que come en el centro todos los días del mes pueden llegar a abonar 100 euros, mientras que los de un escolar del Fogar gozan de esta prestación de forma gratuita. Por eso, las quejas se han intensificado en el último curso. La directora del recinto, Fina Rey, cree que la discriminación «clama al cielo. Lo que es totalmente incomprensible es que en un mismo pueblo, unos alumnos coman gratis y otros tengan que pagar», apunta. Rey cree que la solución es fácil, ya que consistiría en ampliar las subvenciones a todos los centros. «Para aliviar estas diferencias, bastaría con que pagasen todas las familias lo mismo», explica la directora del colegio Bergantiños. Además, explica que, en repetidas ocasiones, se han pedido soluciones a la Administración y que esta ha ignorado los ruegos.

Lo cierto es que, tanto en las entradas y salidas de los centros educativos, no se habla de otra cosa. Los padres achacan a la discriminación que sufre esta comarca en relación a otras, ya que llevan mucho tiempo solicitando una ampliación de los servicios del comedor. De hecho, esta es la prestación más demandado entre los progenitores de la comarca. Los padres creen que la consellería olvida «por completo» esta zona y que la conciliación entre la vida familiar y laboral es una utopía, ya que estas personas llevan a sus espaldas años de reivindicaciones.