Carballo le pone deberes al bipartito

C. Abelleira

CARBALLO

El ejecutivo municipal avanza al paso que marcan otras Administraciones hacia los grandes proyectos que cambiarán de forma sustancial la capital de Bergantiños

18 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Los grandes proyectos que empezaron a gestionarse en el pasado mandato en Carballo están empezando a eclosionar, y las inversiones «próximas aos 100 millóns de euros» que anunciaba el BNG en su programa empiezan a llegar. Sin embargo, el bipartito avanza al ritmo que le marcan otras Administraciones, fundamentalmente la Xunta, de la que dependen actuaciones como la circunvalación del casco urbano, las viviendas protegidas o la ampliación de la residencia de mayores, todas ellas en distintas fases de tramitación, y que antes o después se convertirán en realidad. Desde Santiago incluso se ha ido, en algunos aspectos, más allá que el gobierno municipal: el equipo de Evencio Ferrero se comprometió a gestionar la construcción de una galescola, y habrá dos; a mejorar el centro de salud, que no solo se ha hecho, sino que Sanidade quiere construir un segundo consultorio, y a invertir 4,2 millones en saneamientos, y al final serán el doble.

Los principales compromisos de actuación que los nacionalistas citaban y cuantificaban en su programa electoral están en marcha, pero los proyectos emblemáticos heredados del mandato anterior parecen haber pasado a un segundo plano. El mercado municipal y el aparcamiento subterráneo parece cada día una combinación menos viable; del proyecto de la urbanización del Agra da Lagoa, que incluiría la largamente demandada ciudad deportiva de O Bosque, no se ha vuelto a saber, como tampoco de la biblioteca comarcal o de infraestructuras y servicios de mucha menor envergadura, como el centro de promoción económica del polígono.

Los carballeses les han puesto deberes a sus representantes para que cumplan su promesa «faremos máis», en el caso del PSOE, y conviertan la localidad en ese lugar «pensado para ti» al que aludía el BNG en su programa. Desde que empezó el mandato ha quedado de manifiesto que los ciudadanos quieren soluciones a sus problemas cotidianos: el tráfico, la falta de plazas de guardería y en educación infantil en los colegios o las listas de espera de la sanidad, porque los servicios no aumentan al mismo ritmo que la población, cerca de 31.000 vecinos.