Los problemas de tráfico y aparcamiento son el epicentro del último tira y afloja entre el BNG y el PP de Carballo, pero la repercusión mediática que han alcanzado ha contribuido, en esta ocasión, a que tanto por parte del gobierno como de la oposición se planteen propuestas más allá de la simple discusión dialéctica.
El grupo mayoritario de la corporación respondió ayer a los populares con respecto a las críticas sobre la señalización horizontal, las retenciones y la falta de solución a la falta de estacionamientos. Con respecto a este último apartado, el concejal de Xestión Municipal, Benedicto Viña, expone que el gobierno carballés lleva «meses negociando con propietarios para utilizar os seus solares como aparcadoiros públicos, e barallamos a cesión de tres parcelas que contan cunha superficie total superior aos 4.000 metros cadrados». En concreto, el ejecutivo alude a una parcela de tamaño grande, a otra mediana y a una pequeña. Esta última ya está prácticamente acondicionada y podrá utilizarse a partir de hoy, coincidiendo con la feria quincenal.
El nuevo aparcamiento gratuito y provisional se ubica en la esquina de las calles Vila de Negreira y Álvarez de Sotomayor, muy próximo al centro. La cesión de espacios por parte de los propietarios es una medida que se viene aplicando desde hace años. Lo hizo el PP con la parte posterior de la antigua estación de trolebuses -ahora en fase de urbanización- y el San Martiño, y también lo hizo el BNG-el concejal de Xestión Municipal señala que las gestiones las realizaron directamente el alcalde, Evencio Ferrero, y el concejal de Obras, Luis Lamas- en el pasado mandato tanto en la Horta do Casino como en las parcelas anexas al Pazo da Cultura, «habilitando en total máis de 420 prazas», destaca Viña Costa.
Alternativa
Pero al PP le parecen insuficientes estas medidas, sobre todo porque el proyecto de construcción de un párking subterráneo en la plaza del Concello «sigue sen visos de futuro», como apuntó ayer el portavoz del grupo, Alberto Sueiro.
Según explicó, en Carballo hay en estos momentos 6,6 plazas de estacionamiento público por cada cien vehículos, prácticamente las mismas que en 1997 y por debajo de las 7,9 que existían en el 2003, lo que significa, desde su punto de vista, que en cuestión de aparcamientos «retrocedemos dez anos» y que el municipio está muy lejos de alcanzar la recomendación de 15 plazas por cada 100 vehículos.
El problema, según el PP, radica en que el gobierno municipal «non ten ningún modelo». Por eso, el grupo de la oposición decidió presentar ayer el suyo, que consistiría en la construcción de edificios de aparcamientos como alternativa a los subterráneos. Las ventajas son varias: «Primeiro, o custe, que é relativamente baixo, e con algo máis do que custou o túnel poderíase facer», señaló Sueiro. En segundo lugar aludió a la «facilidade con que se poden poñer en servizo», ya que se construyen con módulos prefabricados, y, por último, «son una solución rápida, porque Carballo non pode permitirse solucións a longo prazo». Los populares proponen aprovechar las cesiones de suelo en los polígonos del PGOM, ya que con una parcela de 1.500 metros cuadrados podrían crearse de 250 a 280 plazas en sótano, bajo y tres alturas.
La única pega sería el impacto visual, pero Alberto Sueiro ya se anticipó a las posibles críticas argumentando que en la actualidad se construyen edificios «dun alto valor estético, moi integrados nos espazos urbanos, e que mesmo teñen recibido premios de arquitectura».
El PP invita al bipartito carballés a debatir la solución al problema de los aparcamientos. «Esperamos que o goberno reaccione, pero, dende logo, pedimos que dea unha solución inmediata e definitiva, que non estea fuxindo permanentemente cara adiante», señaló el portavoz. Su compañero Ramón Antelo añadió que su partido no está en contra del párking subterráneo, pero duda de que sea el modelo idóneo por lo que supondrá para los comerciantes y para el tráfico tanto mientras duren las obras como después. Los populares insisten en que su propuesta es una idea para el debate «en serio» y que correspondería al ejecutivo decidir dónde podrían ubicarse esos edificios para coches.