Pescado de primera en un mercado a la altura de cualquiera

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO NOIA / LA VOZ

NOIA

El aspecto del mercado mejoró positivamente después de la obra inaugurada recientemente.
El aspecto del mercado mejoró positivamente después de la obra inaugurada recientemente. marcos creo< / span>

Profesionales y clientes de la plaza de abastos de O Son destacan su reforma

30 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

«Mellorar a situación na que estábamos non era moi difícil», espeta una clienta en la reformada plaza de abastos de Porto do Son mientras espera para ser atendida por una placera. Son las once de la mañana y la actividad en este mercado es mínima: «Antes do Nadal notouse máis a subida nas ventas. Agora, para fin de ano, a cousa baixou. Será porque estamos a final de mes e a xente aforra para os regalos de reis», cuenta María del Carmen González, una de las dos placeras que despacha pescado fresco desde hace años en este puesto municipal.

La misma profesional añade que las reformas acometidas han quedado bien, en alusión a la distribución de los puntos de venta, que ahora están en el centro del mercado y no pegados a las paredes como estuvieron siempre. Lo cuenta una década después de iniciar su actividad como placera: «A xente comenta que quedou ben, pero nos temos algúns problemas para traballar. Os mesados onde poñemos o pecado está moi altos e no meu caso teño que poñer unha caixa para subirme e poder chegar».

Otra de las cuestiones que bajo el punto de vista de las profesionales sería conveniente es que los puestos tuvieran un servicio de traída de agua salada: «Puxeron auga quente pero iso non é moi cómodo á hora de traballar. O peixe non podemos lavalo e o xeo se derrite», explica González.

Mejor acceso

A pesar de estas pequeñas cuestiones que podrían mejorarse, lo cierto es que entrar en la plaza de abastos ahora aporta una buena impresión que antes ni se imaginaba. El primer detalle es la puerta principal de acceso, que es automática. Otro son los baños públicos, que han ganado en salubridad y en donde no falta el espacio para las personas con movilidad reducida.

La nueva plaza de abastos cuenta en total con ocho puestos: cuatro grandes y cuatro pequeños. Por ahora, tan solo están ocupados tres, que sirven a los clientes habituales que conocen muy bien la calidad del pescado que se vende diariamente en este mercado, y en donde ayer no faltaba uno de los vecinos adoptivos más ilustres en el término sonense, Alberto Oliart, que sigue yendo personalmente a comprar el pescado cuando está de vacaciones en la casa que tiene mirando a la ría de Muros-Noia.