El papel fundamental de la gerente

La Voz

BARBANZA

27 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El proyecto de Racomar nació en el extranjero. Un matrimonio gallego que estaba en Uruguay vio la posibilidad en un viaje de Fraga de instalarse en Galicia. Le ofrecieron un terreno en Portosín donde contactaron con Concha Lavid, que fue la gerente de la empresa. La mujer, muy conocida en la localidad, está convencida de que la oposición a la empresa se fraguó precisamente porque ella estaba al frente de la iniciativa, pues según apuntó, era un problema personal entre un grupo de vecinos que torpedearon el proyecto y se cebaron en el astillero para intentar tirarlo abajo.

A pesar de los problemas que tuvo la firma, estuvo funcionando durante dos años. En ese tiempo, y según apuntó Concha Lavid, llegaron a tener once empleados, «una de las empresas más grandes de Portosín», comentó.

El astillero funcionó bien y durante el tiempo que tuvo las puertas abiertas construyó cuatro embarcaciones de recreo de entre seis y casi ocho metros y tenían siete pedidos más. Pero al final, la empresa echó el cierre por problemas familiares, según Lavid, por lo que los dueños la vendieron ante la imposibilidad de seguir llevando las riendas de un negocio cuya construcción fue muy polémica.