En la piel de los caminantes

Alexandra Moledo

SANTIAGO CIUDAD

Directivos de varios hoteles de Santiago cambian la comodidad de sus negocios por los albergues de la Ruta para conocer de primera mano las demandas de sus clientes

03 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Los hosteleros compostelanos llegaron ayer por la mañana al Obradoiro después de recorrer las cinco etapas del camino francés desde Sarria. La iniciativa surgió de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Santiago, con la intención de «pasar unos días con los compañeros del sector y desconectar del quehacer diario», explica el presidente del colectivo, José Antonio Liñares. No es solo eso, ya que esta experiencia, en la que se embarcaban el día 29 siete empresarios de la hostelería santiaguesa ha servido «para comprender mejor a los que nos visitan». El director del Hostal dos Reis Católicos, Julio Castro, añade que «muchos caminantes se alojan en nuestros hoteles y la primera impresión que reciben es vital».

Con este viaje, los directivos pudieron comprobar las deficiencias de la ruta Xacobea. «La señalización es lamentable y es necesario unificarla, de forma que sea entendible a todos los peregrinos», denuncia Liñares. El presidente de la asociación también reclama mejoras en los albergues, pues «los problemas más urgentes son la falta de duchas y de agua caliente, así como la carencia de servicios complementarios». Pero aparte, han notado que a veces el trato es hostil, «algo que no sienta bien a los caminantes que acumulan tantos kilómetros y cansancio». Por eso, José Antonio Liñares ha tomado nota e indica que « se debe prestar más atención a los visitantes y que no se sientan ignorados al llegar a la ciudad, tratando de ofrecerles nuestra mejor hospitalidad».

En estas cinco etapas los hosteleros han coincidido con peregrinos de diferentes nacionalidades, de los que les ha sorprendido su gran compañerismo, ya que caminantes como el asturiano Álvaro Villa empezaron su aventura solos pero fueron coincidiendo con otros colegas con los que compartir la aventura.

Como recompensa al esfuerzo de la peregrinación, el colectivo ha sorteado varias estancias y comidas en los principales establecimientos de Santiago, entre los caminantes con los que coincidían en los albergues, desde la tercera etapa en Palas de Reis a la quinta y última.

Los afortunados podrán cambiar los bocadillos y las noches en los albergues por el confort de un hotel de lujo donde degustar la mejor gastronomía gallega, por lo que no es raro que algunos no se creyeran el sorteo y pensaran que todo era una broma. Ayer, después de sellar sus pasaportes y Compostela y acudir a la Misa del Peregrino, al mediodía, los premiados tuvieron ocasión de canjear los vales que habían recibido por un bono original en la Oficina del Peregrino.

Pese al cansancio, los hosteleros peregrinos coinciden en que ha sido una experiencia muy enriquecedora, y animan a los demás colectivos profesionales que sigan su ejemplo.