Once alumnos del segundo curso del ciclo superior de Administración e Finanzas del Instituto Campo de San Alberto de Noia elaboraron un proyecto empresarial, que dieron a conocer en un acto celebrado el jueves por la tarde en el propio centro, inspirado en la rehabilitación de ocho molinos situados en los márgenes del río Traba a su paso por la aldea de Sampaio, con el objetivo de generar energía eléctrica a partir de la puesta en funcionamiento de esas antiguas maquinarias.
Los estudiantes que participaron en esta iniciativa, bajo la coordinación de la profesora Olga Fraga, fueron Laura Barreiro, Cristina Castro, Soledad González, Ana Lestón, Lorena Vilas, Alejandra Santiso, Beatriz Vidal, Adriana Pérez, Almudena Brantuas, Rafael Pérez y Ramón Lago.
En septiembre pasado, se pusieron manos a la obra y comenzaron a recopilar toda la información necesaria para sacar adelante este proyecto. Cuentan los alumnos que se decidieron a desarrollar esa idea a raíz de una sugerencia que les hizo el alcalde de Noia, Rafael García Guerrero, que les invitó a analizar si resultaría viable o no llevar a cabo esa actuación.
El grupo de trabajo recabó documentación en varias consellerías y en el ayuntamiento, entre otras fuentes a las que recurrieron; y para el diseño del funcionamiento interno de los molinos contaron con el asesoramiento del ingeniero Francisco Castro.
Inversión
Los cálculos efectuados les permitieron llegar a la conclusión de que harían falta 72.115 euros para rehabilitar los molinos, ponerlos en marcha y adecentar el entorno. A mayores, determinaron que la fórmula ideal de gestión pasaría por la constitución desde el Ayuntamiento de una sociedad anónima pública, con un capital social de partida de 60.000 euros.
Lo que también incluye el proyecto es una alusión al destino que se daría a la energía eléctrica generada. En concreto, se emplearía para mantener encendido el alumbrado público de la aldea noiesa de Sampaio.
Los autores del trabajo examinaron varios parámetros, como la viabilidad técnica y financiera de su propuesta. Sostienen que sería factible hacerla realidad y que, dado el abanico de ayudas al que se puede optar a través de las Administraciones de rango superior, la ejecución de las obras no acarrearía grandes gastos al Concello de Noia.
Únicamente les quedó un aspecto por abordar, el relativo a la rentabilidad de la instalación una vez que entre en marcha. Sobre este particular, la profesora explicó que no les dio tiempo a analizar esa cuestión porque los alumnos se tienen que incorporar ahora a las empresas en las que harán las prácticas, por lo que dejarán ese fleco para el próximo curso. A mayores, sugieren habilitar una ruta de senderismo como complemento del proyecto.