«Idiotas» o el triunfo del cine gallego fuera de Galicia

AROUSA

CEEDIDA

Mejor película y mejor actor. El filme firmado por Fran Estévez y protagonizado por Manuel Rey ha triunfado en el Festival internacional de cine sobre la discapacidad de Collado Villalba

25 nov 2014 . Actualizado a las 04:50 h.

Nadie es profeta en su tierra, dice el refrán. Y hay casos en que esa frase, tan mezquina, se ajusta como un guante a la realidad que nos rodea. Es el caso del cortometraje Idiotas, un delicado trabajo firmado por el vilagarciano Fran Estévez y en el que el protagonismo absoluto recae en el personaje de Manuel Rey, un joven con discapacidad. El mediometraje, que se paseó sin pena ni gloria por el mundillo cinematográfico gallego, ha logrado fuera -en Madrid concretamente- el éxito que aquí se le ha negado. Al menos, esa es la sensación que domina al director de una película que acaba de ser galardonada por partida doble en el Festival Internacional de cine sobre la discapacidad, organizado por la Fundación Anade en Collado Villalba.

El premio

El filme, de carácter social y solidario, cuenta la historia de Brais, un chico discapacitado que recorre Santiago de Compostela acompañado de su perro en busca de unos misteriosos globos que llenan de color el cielo grisáceo de la capital de Galicia. El conjunto del trabajo ha merecido para el mediometraje el premio de la mejor película y, también, el reconocimiento a Manuel Rey como mejor actor. Dicen tanto el director como el intérprete que el galardón los ha cogido por sorpresa. Y es que, tras andar dando tumbos de aquí para allá, sin que su trabajo lograse ningún reconocimiento en los festivales gallegos, poco esperaban de un certamen internacional. Pero resulta que Idiotas llegó a Madrid y conquistó al jurado. Eso ha entusiasmado al director. Y no es solo por la dotación económica -1.500 euros que, aunque bien recibidos, no cubren ni una pequeña parte de los gastos del rodaje- sino porque «gracias a este premio la película puede tener una segunda vida y puede darle más difusión al trabajo de Manuel». Este, por su parte, está emocionadísimo con este premio, que cobra la forma de una cámara metálica que, a buen seguro, ocupará un lugar privilegiado en su casa. Quizás al lado de la foto con Juan Pardo, uno de sus ídolos, con quien tropezó durante su viaje a Madrid. Manuel mostró su alegría por el premio recibido grabando un vídeo de agradecimiento que ya ha colgado en la página de su club oficial de fans -que lo tiene, y con casi doscientos socios, que es una cifra se dice pronto pero que no es fácil de alcanzar-. Poco a poco, el sueño de este joven, que quiere ser actor, parece ir cumpliéndose. A ver si el premio le da a su carrera el impulso necesario.

Los buenos augurios

La película que nos ocupa es un pequeño milagro que nace del amor al arte. Para poder rodarla, la productora Hipotálamo Films tuvo que trabajar duro y echarle mucha imaginación para lograr reunir el dinero necesario para completar el trabajo; hasta fue preciso echar mano de un programa de mecenazgo a través de la Red. Aquel titánico esfuerzo permitió rematar el trabajo en el año 2013. «En el festival la gente se extrañaba cuando le decíamos que para el rodaje no habíamos tenido ninguna ayuda», narraba ayer Fran Estévez. El director vilagarciano tiene entre manos en este momento un proyecto dirigido al público infantil que depende de las negociaciones que mantiene con un canal de televisión. Mientras eso no se concreta, y por aquello de que hay que seguir viviendo, se dedica a hacer, cámara al hombro, un poco de todo.

Manuel Rey grabó un vídeo para compartir el premio con los integrantes de su club de fans