Comienza la limpieza de alcantarillas para eliminar malos olores en Cambados

En una de las principales calles del casco urbano de Cambados, en la avenida de Vilariño, huele mal. La peste proviene de las alcantarillas y esta semana empezaron los trabajos de limpieza de los conductos que cruzan la calle y para instalar pozos sifónicos que reducen los efectos de los malos olores.

En el Concello cambadés esperan que esta medida sea suficiente para solucionar un problema que está trayendo de cabeza a los residentes en esta zona desde hace años. Su origen no se sabe muy bien cuál es. Siempre se miró al polígono industrial de Sete Pías como posible foco de este hedor, en concreto a las conserveras allí establecidas. Pero a raíz de un informe realizado el mes pasado por Espina y Delfín, el gobierno local descartó esta posibilidad. Un mes después, no lo tienen tan claro. Pronto habrá ocasión de comprobarlo.

Según los cálculos del alcalde, Luis Aragunde, en cuestión de semanas empezará a funcionar la depuradora de aguas residuales del Umia, adonde se conducirán los vertidos procedentes del polígono industrial. Este caudal de aguas sucias se trata, hasta la fecha, en la depuradora de Tragove, adonde llegan a través de un colector que cruza todo el casco urbano y que podría ser el que dejase esta estela de mal olor por el pueblo. El alcalde confía en que con las nuevas instalaciones se eliminen definitivamente los malos olores y acallar así las protestas vecinales y terminar con la mala imagen que provocan de una villa que presume de ser una meca turística.

Años atrás, el hedor a alcantarilla llegaba, además de la avenida de Vilariño, al paseo marítimo, a la avenida de Galicia y a la calle Os Olmos, pero en este caso el problema ha ido a menos. Aquellos episodios hicieron tomar conciencia y el Concello intensificó el control de los vertidos que realizan las empresas a la red general, con denuncias incluidas.

Los operarios centran los trabajos en la avenida de Vilariño

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