El fútbol golea al debate del Ateneo

Xurxo Melchor
xurxo melchor VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Poco público para un acto con un formato dinámico y diferente

29 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El Ateneo Mar de Arousa de Vilagarcía tuvo la muy buena idea de organizar un debate electoral diferente, más dinámico y en el que los candidatos de los partidos políticos no se alargasen con enormes disertaciones sobre el ser y la nada. Para ello, dispuso una primera tanda en la que cada invitado debía responder en un minuto a una pregunta concreta. La segunda tanda era otra batería de preguntas a las que solo se podía contestar con un sí o un no. Todo un acierto. Como la elección del lugar, el auditorio, e incluso la hora, las ocho de la tarde.

Pero el Ateneo falló estrepitosamente en la elección del día al hacerlo coincidir con el tercer partido del siglo. El tercer Real Madrid-Barcelona. El primer envite de la eliminatoria de Champions que decidirá cuál de los dos equipos españoles pasa a la gran final.

Y es que en la competencia entre el fútbol y el debate político goleó el balompié. Hubo poco público. Si restamos los organizadores, los periodistas y los miembros de los partidos políticos, los asistentes superaban por poco la decena.

Los que sí acudieron fueron los candidatos a la alcaldía de los partidos políticos con representación en la corporación de Vilagarcía. Todos menos Modesto Pose, del PSOE, al que le fue imposible asistir.

El resto fueron interrogados y demostraron buenas tablas porque pronto se adaptaron al formato. Como en todas las intervenciones políticas de estos tiempos de crisis, el empleo fue el centro del debate y todos lo situaron como el principal problema a resolver.

Menos concretos fueron a la hora de aportar ideas para arreglar el problema. El que más claro lo tiene es Juan Fajardo, de EU-IU, que sostiene que el Concello debe de fomentar el empleo contratando parados para que trabajen en las empresas municipales. Al final, el Barcelona le ganó la partida al Madrid. Menos claro está quién ganó el debate del Ateneo. Podría decirse que el perdedor fue el tedio, porque fue divertido.