Transportes expedienta a Monbus por el caótico servicio en O Grove

R.E. VILAGARCÍA/LA VOZ.

AROUSA

El Ayuntamiento pidió hace año y medio una inspección autonómica sobre el incumplimiento de líneas y horarios

01 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La Dirección Xeral de Transportes no solo tiene constancia de los problemas que afrontan quienes quieren utilizar el autobús en O Grove, si no que ha decidido tomar cartas en el asunto. Haciendo bueno el dicho de que más vale tarde que nunca, ese departamento autonómico ha decidido abrir un expediente sancionador a la empresa Monbus por el caótico servicio que presta en la localidad meca, y en estos momentos «esta barallando medidas para solventar esta problemática», según informa la Consellería de Medio Ambiente, Transportes e Infraestructuras.

La apertura del expediente sancionador se remonta, según la información facilitada por la Xunta, al mes de abril de este año. Sobre las consecuencias que puede tener dicho procedimiento, la Administración ha preferido guardar silencio hasta que no concluya la instrucción del mismo. En cualquier caso, la Dirección Xeral de Transportes dispone de un marco sancionador que prevé toda una serie de multas económicas: por incumplir los tráficos establecidos, por incumplir las expediciones fijadas, por variar el cuadro de horarios de la concesión sin autorización, y por el reiterado incumplimiento injustificado superior a 15 minutos en la salida de las cabeceras. Muchos de esos incumplimientos se producen desde hace años en O Grove, tal y como han denunciado hasta la saciedad vecinos e incluso el Concello meco a través de la concejala nacionalista Victoria Canoura.

Empeño

El empeño puesto por esta edila en el asunto del transporte parece haber sido el germen del expediente sancionador abierto ahora contra la empresa. Desde que accedió a su cargo como responsable de ese área en el Concello meco, Canoura intentó en varias ocasiones abrir una vía de diálogo con la empresa concesionaria, Monbus, pero todos los intentos fracasaron. Hace año y medio cambió de estrategia, y solicitó a la Xunta que realizase inspecciones rutinarias en el servicio. Esas inspecciones fueron realizadas el verano pasado, y a tenor del expediente abierto, parece que los funcionarios de Transportes pudieron constatar que existen motivos más que justificados para las quejas.

Muchas de esas reclamaciones y reivindicaciones fueron recogidas en un dosier elaborado por el Concello, en el que se incluían desde protestas de particulares y recogidas de firmas entre los usuarios, hasta informes elaborados por la Policía Local de O Grove en los que se explica como, por ejemplo, la línea de autobús que debe unir el centro de la localidad con la parroquia de San Vicente no existe, la mayor parte del tiempo, más que sobre el papel.

O Grove parece haber ganado, al menos, una batalla en su ya largo enfrentamiento con Monbus. Ahora habrá que esperar para ver si ese triunfo supone, de una vez por todas, la consecución de un servicio digno.