La única empresa dedicada a la confección de velas náuticas de Vilagarcía es el Taller de velería de Cornazo. Uno de sus socios fundadores es Julio Pousa, un castellano de nacimiento pero enamorado del mar y las embarcaciones desde muy pequeño gracias a sus estadías en Galicia.
-¿Cómo nace la pasión por la náutica?
-Navegando en O Grove, en verano, cuando era niño con mi padre.
-¿Sigue siendo la vela un deporte identificado como exclusivista de ciertos grupos sociales?
-Creo que cada vez menos, afortunadamente. Hay que desmitificar esa imagen aunque con la tradición que hay aquí en Galicia es algo poco importante.
-¿Los velámenes que confeccionan, para qué tipo de embarcaciones son?
-Para todas. Desde galeones a dornas o chalanas. Es vela tradicional.
-¿Y el proceso también es tradicional, mantiene ese grado de artesanía?
-La artesanía aplicada es la que cada uno le quiera dar. Se cose a mano y se cose a máquina, el proceso es altamente tradicional porque las propias máquinas ya lo llevan implícito.
-¿Le llena esta profesión?
-Por supuesto, es tremendamente gratificante. Además estamos en contacto directo con las asociaciones de recuperación de embarcaciones tradicionales.