La Consellería de Educación quiso responder ayer a las críticas vertidas por los padres de alumnos de los colegios San Tomé de Cambados y A Lomba de Vilagarcía. La Administración autonómica sostiene que ambos centros tienen las necesidades cubiertas y que no es preciso contratar a más profesores. Versión contraria a la que mantienen los progenitores, que acusan a la Xunta de reducir la plantilla de maestros de apoyo que atienden a sus niños.
Los padres de alumnos del centro de San Tomé se quejaron de que se había reducido a la mitad el número de profesores de psicología terapéutica y audición y lenguaje que trabajan en el centro. Mientras el curso pasado tenían a dos profesionales de cada especialidad, este año solo había uno de cada. Estos dos profesionales serían los encargados de atender a los 35 alumnos con problemas de diversa índole que asisten a clases en este centro. Entre ellos figuran menores con síndrome de Down, con autismo, con altas capacidad, con problemas de logopedia y de conducta, entre otras muchas cuestiones.
Profesores itinerantes
Sin embargo, la consellería considera que las necesidades de estos menores están perfectamente cubiertas. Explica que el colegio dispone actualmente de un profesional de psicología terapéutica, de otro de audición y lenguaje y de un orientador. A mayores, el centro podrá disponer de otro profesor de psicología terapéutica itinerante, compartido con el colegio Antonio Magariños de Cambados.
La Administración autonómica asegura que se ha realizado una revisión de las necesidades de todos los centros escolares. Sin embargo, añade que todas la necesidades del colegio de San Tomé están perfectamente cubiertas, por lo que no hay necesidad de contratar a más profesionales, por lo menos, por el momento. Sostiene que el catálogo de maestros del colegio está al completo y que incluso se le ha dotado de alguno a mayores, por lo que hay personal suficiente para atender a los 35 niños con necesidades especiales que acuden a clase en este centro escolar.
Una cuidadora en A Lomba
La respuesta de la consellería a las quejas de los padres de niños autistas que asisten a clases de A Lomba ha sido la misma. También en este centro están todas las necesidades cubiertas. Educación reconoce que puede que hasta ayer no hubiera cuidadora, pero asegura que fue porque diversos motivos retrasaron su contratación. La Administración autonómica argumenta que la nueva profesional comenzará a trabajar a lo largo de esta semana.
Por otro lado, asegura que el colegio de A Lomba dispone actualmente de un profesional de psicología terapéutica, al igual que durante el último curso. La Xunta también insiste en que el único cambio que se ha producido en este colegio es que se ha cubierto la plaza que ocupaba una empresa privada. Y se ha hecho porque la administración dispone de personal cualificado para atender a esos niños y porque las empresas privadas no pueden acceder a colegios públicos. Es más, argumenta que los padres tienen todo lo que se les prometió en su día.
Nada explica en cambio la consellería sobre la queja de los padres de niños autistas de que el inspector les prohibió reunirse con la nueva tutora de sus hijos. La consellería aseguró en un primer momento que esta situación le extrañaba mucho, pero posteriormente no ofreció ninguna información más al respecto.