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Michio Kaku Sabio 12 | Pionero de la teoría de cuerdas «Puede que los ovnis estén fabricados por humanos»

Con motivo de nuestro 35 aniversario y en colaboración con la Fundación BBVA, hablamos esta semana con este genio de la física que ha dedicado su vida a hallar una teoría del todo, que explique tanto el funcionamiento del mundo microscópico como el de los grandes cuerpos celestes. No lo ha conseguido, pero en el camino se ha convertido en uno de los grandes visionarios de esta época.

Por Carlos Manuel-Sánchez | Fotografía: Pep Dalmau / ABC

Sábado, 16 de Julio 2022

Tiempo de lectura: 6 min

Este físico teórico californiano, de origen japonés, es uno de los padres de la teoría de cuerdas. A los 8 años vio en el periódico la necrológica de Albert Einstein, con una foto de su escritorio que mostraba los papeles inconclusos sobre la teoría del todo, que haría compatibles la física de lo muy grande (las galaxias) y de lo muy pequeño (los átomos). Y decidió que dedicaría su vida a acabar la obra del genio. No lo ha conseguido (nadie lo ha hecho); pero, a los 75 años, pocos han demostrado más entusiasmo que Michio Kaku tanto para investigar como para divulgar. Escritor superventas, su último libro es La ecuación de Dios (Debate).


XLSemanal. Google ha despedido a un ingeniero que va diciendo que ha conversado con una inteligencia artificial que tiene conciencia...

Michio Kaku. A los humanos nos gusta ver que las cosas inanimadas tienen conciencia. Hablamos con los ángeles y las hadas. Pero las máquinas conscientes no han llegado aún.

XL. ¿Y llegarán?

M.K. Los robots actuales son casi tan inteligentes como las cucarachas. Sueltas a una cucaracha en el bosque y enseguida se orienta para encontrar comida, refugio… Un robot militar tropieza y ya no se levanta. Pero un día serán tan inteligentes como las ratas; luego, como los perros. Y, al final de este siglo, como los monos. Entonces serán potencialmente peligrosos.

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POR QUÉ PASARÁ A LA HISTORIA

Por la teoría de cuerdas, que postula que las partículas subatómicas, como los electrones, no son puntos, sino filamentos que vibran. Todavía sin demostrar, pretende cumplir el viejo sueño de Einstein de agrupar todas las leyes de la física del universo en una sola ecuación.


XL. ¿Por qué?

M.K. Sabrán que son diferentes. Los perros, por ejemplo, están confusos; creen que nosotros somos perros. El perro alfa. Por eso nos obedecen. Pero los monos saben que no son humanos. Cuando llegue ese momento, habrá que instalar un chip en el cerebro de las máquinas por si tienen pensamientos asesinos.

XL. Usted pronosticó un movimiento de derechos civiles para defender a los robots…

M.K. Sí, porque llegará el día en que serán programados para sentir dolor. El dolor es esencial para sobrevivir. Nos sirve para apartar la mano del fuego. Pero tendremos que darles derechos para que no se vean expuestos a un dolor excesivo.

«Cuando los robots sepan que son algo diferente a nosotros, serán peligrosos»

XL. Usted relaciona el dominio de la ciencia con la geopolítica. Por ejemplo, en 1500, Europa estaba en desventaja con China, pero Isaac Newton vio caer una manzana, descubrió la fuerza de la gravedad e infirió las leyes de la mecánica que propiciaron la Revolución Industrial. Luego, Occidente dominó la electromagnética y la física nuclear. ¿Cuál será la física que dará la ventaja decisiva en este siglo para dominar el mundo?

M.K. Estamos en la cuarta ola: la física molecular, que nos ha dado la inteligencia artificial y la biotecnología. Pero ya estamos al principio de la quinta ola: la física a nivel atómico. Con ella llegan tres tecnologías. Una es el reactor de fusión. Energía inagotable. La segunda es el ordenador cuántico. La era del silicio llega a su fin. Puede que veamos el declive de Silicon Valley. Y la tercera es BrainNet: interconectaremos nuestros cerebros como ahora nos conectamos a Internet. Las tres se generalizarán a partir de 2050.

XL. ¿Qué les pasará a los que no quieran esa conexión mental?

M.K. La gente puede elegir. Si no quieres usar el teléfono o Internet, nadie te obliga. Pero no te quejes si te quedas atrás. La gente, en el futuro, se preguntará cómo podíamos pasar tanto tiempo mirando a una pantalla. Querrá sentir lo que sienten los actores. Y BrainNet transmitirá emociones, pensamientos…

XL. El mundo parece ir hacia una recesión. ¿La ciencia puede sacarnos del ciclo de burbujas y crisis en el que estamos inmersos?

M.K. La ciencia es una espada de doble filo. Un filo corta la ignorancia, la enfermedad; el otro hace daño a la gente. La cuestión es quién blande la espada. ¿Una dictadura o una democracia? Internet no es neutral, tiene una dirección moral. Da conocimiento y poder a la gente. Y la gente acaba apoyando la democracia.

«La ciencia es una espada de doble filo. Un filo corta la ignorancia; el otro daña a la gente. La cuestión es quién blande la espada. Y la gente acaba apoyando la democracia»

XL. No siempre es así.

M.K. Lo que pasa es que ese apoyo no sigue una línea recta. La unidad histórica más pequeña es la década. En una década hay fluctuaciones. Pero tome una unidad mayor y verá la tendencia. Hace un siglo había muchas más dictaduras que ahora.

XL. ¿Cómo ve la pugna entre Estados Unidos y China?

M.K. Hace cinco siglos, si usted fuera un marciano, viniera a la Tierra y se preguntara quién dominaría el mundo, la respuesta era obvia: China. Las mejores mentes de Occidente eran perseguidas. El astrónomo Giordano Bruno fue quemado vivo. Los chinos enviaron una flota alrededor del mundo para averiguar qué había por ahí. Llegaron a África y encontraron jirafas, elefantes… Nada que les hiciera sombra. El emperador concluyó que los chinos eran los mejores y amarró los barcos. Y el Imperio chino, aislado, se estancó. Pero China ha despertado. Eso es bueno. Cientos de millones de personas ya no viven en la miseria. Es la gran revolución de este siglo: la creación de una clase media planetaria. La democracia es la siguiente etapa para ellos.

XL. Perdone, ¿está diciendo que China será una democracia?

M.K. Los chinos se acuerdan de que sus abuelos comían cucarachas y cortezas de árbol y están agradecidos con sus líderes porque su nivel de vida ha subido. Sin embargo, con la prosperidad, los ciudadanos acceden al conocimiento y se empoderan.

«Putin ha reconocido que tiene drones hipersónicos y que los está usando contra Ucrania. Ha cogido a EE.UU. con la guardia baja: ellos abandonaron un proyecto similar»

XL. ¿Le intriga que el Pentágono haya reconocido avistamientos de objetos voladores que desafían las leyes de la física?

M.K. Deberíamos tener una mentalidad abierta para investigar los ovnis. Soy físico, me baso en datos, pero en este caso la mayoría provienen de los militares y están clasificados. Quizá provengan de una civilización inteligente, aunque el 95 por ciento son meteoros, globos sonda, anomalías atmosféricas… Pero el 5 por ciento son muy difíciles de explicar. Aunque puede que detrás haya humanos.

XL. ¿Qué quiere decir?

M.K. Que estén fabricados por un país. Estos objetos viajan a una velocidad entre cinco y veinte veces la del sonido. Y hacen maniobras, virajes en zigzag… Rusia ha reconocido que tiene drones hipersónicos y que los está usando contra Ucrania. El anuncio de Putin ha cogido a Estados Unidos con la guardia baja. Los militares norteamericanos abandonaron un proyecto similar porque perdían el control del dron al maniobrar. China también está en esta nueva carrera armamentista.

XL. Un político ruso ha dicho en televisión que, en caso de enfrentamiento nuclear, la primera ciudad que atacarán será Londres. ¿Le inquieta?

M.K. Somos humanos y cometemos errores. Creamos máquinas y estas pueden fallar. Esta combinación significa que hay un peligro muy real de que la confrontación pueda escalar y convertirse en nuclear. Pero creo que, ahora mismo, es un farol.

XL. El filósofo Karl Popper dice que predecir el futuro es imposible y solo se acierta por accidente. ¿Por qué el ser humano se empeña tanto en hacer pronósticos?

M.K. Porque nuestro cerebro se divide en tres partes. La de atrás es el cerebro reptiliano: se orienta en el espacio, busca una presa… La central es el cerebro del mono: el sistema límbico que regula nuestra vida social, los instintos... Y en la parte delantera está el córtex prefrontal. Y lo que tenemos ahí es una máquina del tiempo. Los humanos estamos obsesionados con el futuro: qué vamos a comer, a dónde vamos a ir… Su perro no sabe que existe un mañana.