La vicepresidenta al mando, Mato relegada

Cinco días después de que se hiciera público que la auxiliar de enfermería gallega Teresa Romero se había contagiado de ébola, Mariano Rajoy decidió reforzar la gestión situando a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, al mando de las operaciones, lo que supone relegar a la ministra Ana Mato. La cadena de errores, fallos y negligencias que ha habido en el caso y la caótica gestión subsiguiente, que han causado indignación entre los profesionales sanitarios y desconcierto en la opinión pública, han hecho reaccionar al Gobierno, que ha tenido que modificar los protocolos y crear un comité especial para centralizar y coordinar los trabajos. Al mismo tiempo que el propio Rajoy, que visitó el Hospital Carlos III sin la ministra, lanzaba un mensaje de tranquilidad y destacaba que el riesgo de que la enfermedad se propague en España es «muy bajo».

Sáenz de Santamaría presidirá este comité sobre el ébola, que ayer por la tarde celebró su primera reunión. Además de la número dos del Ejecutivo lo integran la titular de Sanidad, otros seis ministerios, entre ellos los de Defensa e Interior, representantes de la consejería madrileña y expertos. Se reunirá al menos una vez al día y su tarea consistirá en coordinar medios y recursos, promover la cooperación entre las administraciones y con las autoridades internacionales y suministrar información. La también portavoz señaló que si se deben asumir responsabilidades políticas se hará, pero no quiso hablar de los posibles errores cometidos, porque «estamos hablando de vidas humanas» y ahora se trata de gestionar la crisis y tratar de salvar a la enferma.

La ministra comparece

Tras el aluvión de criticas que recibió por su intervención en la rueda de prensa del lunes, Mato compareció ayer tras la reunión del Consejo Interterritorial en presencia de los consejeros autonómicos para escenificar el cierre de filas frente a la crisis. Anunció las principales novedades en el protocolo de actuación, entre las que destaca elevar el umbral de fiebre mínima para considerar un caso como sospechoso entre las personas que mantengan contacto directo con pacientes de ébola de 38,6 a 37,7 grados. Los expertos consideran que haber exigido una temperatura tan elevada es una de las causas de que Romero no fuera tratada antes. El otro cambio importante es aumentar el nivel de riesgo de todos aquellos que hayan tenido contacto con el enfermo, que pasarán a considerarse de alto riesgo, y por tanto sujetos a vigilancia activa. Es decir, que no serán ellos quienes tengan que llamar para informar si tienen fiebre o se encuentran mal, sino que se les preguntará. Esa medidas ya se han puesto en marcha en Madrid, y ahora se harán extensivas a todas las comunidades.

Mato consideró un acierto la creación del comité especial, no asumió ningún error en la gestión y señaló que tanto la Comunidad de Madrid como su ministerio han actuado con «máxima responsabilidad, máxima transparencia, máxima coordinación y máxima colaboración». Señaló que se está analizando «paso a paso» y «una a una» todo lo que ha ocurrido, los procedimientos, protocolos y actuaciones para averiguar los posibles fallos que han provocado el contagio.

Preguntada sobre el estado de Romero, afirmó que lo que puede decir «es lo que sabemos por los medios de comunicación». «No tenemos más información que esa y parece que va evolucionando», dijo. En ese sentido, señaló que ella no es quien debe dar esa información y destacó que han sido la propia enferma y sus familiares los que han pedido que no se dé y, en todo caso, serían los médicos quienes lo hagan.

Documento conjunto

El ministerio y las comunidades suscribieron un documento conjunto en el llaman a la tranquilidad y la responsabilidad, se comprometen a actuar en un marco de unidad y proseguir la investigación de lo sucedido para identificar qué se puede mejorar.

El PSOE considera que la creación del comité especial llega tarde y es insuficiente. Antes, su líder Pedro Sánchez denunció la «desvergüenza, descoordinación, descontrol, desamparo y, en definitiva, desgobierno» de la gestión gubernamental. El líder del PSM, Tomás Gómez, reclamó la destitución del consejero Javier Rodríguez, que fue desautorizado por el presidente Ignacio González y recibió críticas en las filas del PP.