El centro de educación especial crea una granja con fines pedagógicos
21 dic 2011 . Actualizado a las 12:35 h.Los animales también pueden ser terapéuticos. En el centro para adolescentes con déficits de atención de Panxón los van a utilizar dentro de un proyecto educativo pionero en la comarca. La iniciativa que coordina el profesor Rafael Lores ayudará a los ocho alumnos del internado a mejorar sus conductas.
El contacto con animales es muy positivo para la salud mental. Reduce el estrés, la agresividad, mejora la autoestima y contribuye a la socialización. Son los resultados que esperan alcanzar con la puesta en marcha de esta iniciativa a lo largo de los próximos meses.
Toda la comunidad escolar está implicada en el proyecto, desde los propios alumnos, los profesores, el personal no docente e incluso los padres de los jóvenes, que han colaborado en las labores previas.
Juntos han trabajado durante las últimas semanas en adecuar el espacio en el que vivirán los animales. Para ello han reconvertido un antiguo invernadero del centro en un pequeño corral en el que también han adecuado espacio para las cuadras. Ya está todo preparado y a la vuelta de las vacaciones traerán los animales para iniciar el proyecto. Criarán gallinas y conejos y cuidarán de una oveja y una cabra que pastarán en la finca del colegio y ahorrarán mucho trabajo en las tareas de mantenimiento del césped. Los propios alumnos tendrán que responsabilizarse de los cuidados diarios de los animales de la granja. Al mismo tiempo, crearán un huerto ecológico en el que cultivarán productos del país.
Mejoras de comportamiento
Los especialistas están convencidos de que la observación o estar en presencia de animales tiene un impacto directo en la salud psicológica y proporcionan a los alumnos una forma de apoyo social que reduce y amortigua el estrés. Y los animales de granja son muy indicados en este tipo de terapias porque suelen ser muy temerosos «y cuando alguien consigue tranquilizar a un animal de granja, consigue tranquilizarse a sí mismo», explican.
En el colegio de educación especial de Panxón han convertido esta idea en una propuesta pedagógica diferente a la que se emplea en el sistema de enseñanza tradicional.
«Si reproducimos los mismos métodos en los que nuestros alumnos ya han fracasado, estamos abocados a provocar un nuevo fracaso y a seguir acumulando experiencias negativas en los niños y adolescentes», afirma Rafael Lores.
A la vuelta de Navidad, los alumnos del centro de Panxón cuidarán de gallinas, conejos, una oveja y una cabra
Toda la comunidad participa en el proyecto. Hasta la fecha han trabajado en adecuar como granja un antiguo invernadero que estaba en desuso.