El éxito de la última edición del concurso de tapas del Casco Vello, clausurado el pasado sábado, ha llevado a a algunos establecimientos a anunciar la continuidad de esta iniciativa por su cuenta durante un tiempo más e incluso estudian la posibilidad de dejarla con carácter permanente.
Tal ha sido la respuesta del público en esta ocasión que en algunos locales se agotaron las papeletas en las que se emitía el voto, lo que impidió votar a los clientes. En otros casos optaron por entregar un trozo de folio para facilitar la votación.
Este hecho causó cierto malestar entre los afectados, ya que entienden que puede repercutir a la hora del recuento y, por tanto, en la concesión de premios.
Proponen que para el próximo concurso la emisión de votos esté más controlada, de forma que se exijan otros requisitos como el DNI para evitar que se produzcan fraudes.
No obstante y a pesar de los defectos de forma, los hosteleros del barrio antiguo coinciden en destacar el éxito de la iniciativa, que consiguió llenar la mayoría de los locales durante los fines de semana y atraer a personas que habitualmente no frecuentan el Casco Vello vigués.
En esta sexta edición el concurso de tapas se extendió durante casi todo el mes de octubre, teniendo en cuenta que su presentación tuvo lugar el día 6.
El certamen batió también el récord de participantes, con 27 establecimientos que ofrecían todo tipo de tapas al precio de 1,5 euros.
Los clientes que han votado a la mejor tapa entrarán a formar parte de un sorteo de tres cheques de 200 euros para realizar compras en comercios del Casco Vello. El propietario del establecimiento que resulte ganador tendrá derecho a un fin de semana en un balneario, además de la publicidad que supone el premio. De hecho, los locales que ganaron los primeros premios en ediciones anteriores han reconocido un incremento de la clientela, lo que les ha llevado a sumarse a concursos posteriores. La iniciativa de Vigo Vello se enmarca dentro de las propuesta para dinamizar el barrio.