El sueño de ser funcionario municipal

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

VIGO

Cuatro mil opositores luchan por 48 plazas del Concello pertenecientes a distintos niveles

23 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

A las once en punto fueron citados en el Ifevi para pasar las pruebas que con mucha suerte les abrirán las puertas del Concello de Vigo y les garantizarán un empleo de por vida, que se sepa. Dos horas después y algún que otro resfriado encima, todos los participantes en la oposición del Concello habían logrado acceder al interior del pabellón y se disponían a iniciar el examen, no sin antes obsequiar al tribunal con palmas y golpes de bolígrafos en protesta por el retraso.

Ayer por la mañana estaban citados 1.400 aspirantes a las pruebas de subalterno y se calcula que al final acudieron en torno a mil. El resto, hasta cuatro mil, tenían previsto examinarse por la tarde y a lo largo del día de hoy para lograr una de las 48 plazas de la oferta de empleo público del 2008 pertenecientes a distintos niveles.

Una sola persona fue nombrando uno a uno al millar de candidatos, una vez que el tribunal accedió al Ifevi, en torno a las 11.30. Por primera vez sus cinco miembros llegaron juntos y directos desde el Concello en un minibús para evitar suspicacias sobre filtraciones. La reunión para preparar las preguntas se había iniciado de madrugada, en concreto las 6.30, en las dependencias municipales.

Tras el acomodo de los participantes en una de las 1.600 sillas colocadas por una empresa para el examen, el presidente del tribunal y asesor jurídico del Concello, Antonio Vivero, se encargó de explicar los pormenores de la prueba, integrada por 30 preguntas y cinco de reserva, para las que disponían de 35 minutos. Rondaban las 13.30 cuando los concursantes iniciaban la oposición y las 14.05 cuando ponían fin a meses de incertidumbre.

En la entrada se había advertido de la prohibición de acceder con apuntes, libros y móviles encendidos. En teoría se debía proceder a la inhibición de los teléfonos móviles. En la práctica se pudo comprobar su funcionamiento, algo que los responsables achacaron a la proximidad de una antena de Movistar.

Cerca de una veintena de personas controlaban la situación, a las que se unían en el exterior ocho policías locales y dos miembros de Protección Civil.

Concluidas las pruebas, la secretaria del tribunal, una técnica de administración general del Concello, quedó encargada de su custodia.

Entre los opositores, gente de todas las edades, familias con niños, novios, embarazadas, pandillas de amigos, parados, funcionarios de otras administraciones y de otras ciudades españolas, repetidores, novatos.

Tampoco faltaban caras conocidas como la de la presidenta de la Federación de Vecinos de Vigo, María Pérez, quien en la actualidad pertenece al personal laboral del Concello en el centro cívico de Coruxo, donde trabaja desde hace ocho años, y ahora tiene la esperanza de acceder a la función pública. Tanto ella como el resto sabrán pronto si el sueño de ser funcionario municipal se convierte en realidad. Para el lunes está previsto escanear los exámenes y su corrección informática.

El tribunal calcula que para finales de la semana que viene se conocerán las notas oficiales. En caso de que alguna de las preguntas sea impugnada por no estar bien formulada o algún otro detalle, se valorará de forma automática una de la reserva.

La mayoría de los participantes, trabajadores o desempleados, coinciden en la necesidad de abaratar el precio de las inscripciones (18,50 euros), aunque, según explican, todavía es mayor en otras instituciones. Pero las administraciones no están por la labor con la crisis.

Personas por plaza

En total, los aspirantes son 4.076 para 48 plazas, lo que supone casi 85 personas por plaza.

Las más numerosas

El mayor número de opositores se registra en los auxiliares administrativos, 1530; seguido de personal subalterno, con 1.326. Para ayudante de oficios se presentaron 766 solicitudes y 288 optaban a administrativos.

Reservas

El Concello reservó 166 plazas para discapacitados, 96 de ellas para subalternos, 44 auxiliares, 18 ayudantes de oficio y 9 de administrativos.

El examen se inició casi dos horas y media más tarde, lo que originó al comienzo algunas protestas de los aspirantes .