Un programa gallego atiende cada año a 1.200 infartados

Dolores Vázquez A CORUÑA / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

El Progaliam logra con la angioplastia reducir a la mitad la mortalidad que se registra con otras técnicas

23 sep 2011 . Actualizado a las 09:29 h.

Unas 1.200 personas se benefician al año en Galicia del Progaliam (el programa gallego de atención al infarto agudo de miocardio), que supone la coordinación de tres hospitales y los equipos del 061 para agilizar la atención de los infartados, mediante una angioplastia primaria. Fue con su puesta en marcha, en el 2005, el primer programa de su tipo de ámbito autonómico y hoy se asegura que es «un tratamiento muy eficaz y con un gran éxito», explica Nicolás Vázquez González, coordinador de la unidad de hemodinámica del Hospital A Coruña. No solo fueron pioneros en su día, sino que actualmente lideran, tras la comunidad de Navarra, el ránking de intervenciones por autonomías, teniendo en cuenta que las infraestructuras de comunicación en las uniprovinciales son mucho más sencillas.

Vázquez González, que incide en que es un servicio que se presta las 24 horas del día los 365 días al año, destaca que sobre un 99 % de los casos se logra la desobstrucción de la artería con la colocación de un stent, en una intervención que de media se realiza en 20 minutos. Cifra en menos de un 1 % la mortalidad de los intervenidos en la sala de hemodinámica, porcentaje que se eleva al 4,5 % si se tiene en cuenta la mortalidad intrahospitalaria.

El especialista destaca que este porcentaje es la mitad del que se registra con el uso de otras técnicas como la fibrinolisis, basada en el uso de fármacos. Vázquez González subraya, además de la calidad, la equidad en el acceso a los tratamientos.

Prioridad a la rapidez

La próxima semana se celebran en Santiago de Compostela unas jornadas para hacer balance de la puesta en marcha del Progaliam, con el fin de mejorar la sistematización de los procesos y poner en común las novedades sobre la patología.

Los buenos resultados obtenidos hasta el momento se han conseguido porque se han instaurado tres hospitales (el de A Coruña, el Clínico compostelano y el Meixoeiro, en Vigo) de referencia a los que se derivan todos los casos dependiendo de la proximidad. El sistema se activa cuando los sanitarios del 061 confirman el diagnóstico y el paciente evita de este modo los servicios de urgencia para ser atendido directamente.

«Las guías recomiendan que el tiempo máximo desde el infarto a la intervención no debe superar los 110 minutos», explica el doctor Vázquez González, que reconoce que los equipos del 061 juegan un papel muy importante tanto en el traslado al hospital como en el retorno de los pacientes a su centro, con el objetivo de redistribuir los recursos y reducir el coste para el entorno del paciente.

La angioplastia consiste en abrir las arterias estrechadas para restablecer el flujo. Un cateter con un globo es introducido hasta el lugar. El globo se hincha y empuja la obstrucción. A continuación se coloca una malla que mantiene la arteria abierta y se retira el cateter.