Tui llora con Chonchiña la muerte de su hijo Francisco

VIGO

13 abr 2011 . Actualizado a las 21:14 h.

1No hay consuelo posible para una madre que tiene que enterrar a un hijo. Por eso el desconsuelo de Chonchiña Concheiro no tiene medida. Es el dolor más intenso de todos los que ha sufrido, que no han sido pocos. El domingo, arropada por su hija María Ángeles y sus nietas y rodeada de amigos, depositó las cenizas de su hijo Francisco Comesaña en el mismo panteón del cementerio de Tui en el que reposan los restos del otro Francisco Comesaña, que es lo mismo que decir del otro hombre de su vida.

Allí estaban todos los Fernández, y todos los Vázquez de la Cruz, y casi todos los Fonseca, y muchos representantes del mundo de la cultura y la educación (la gauche divine en palabras de una de las asistentes), y algún político, y Tomás Camacho, Suárez Canal, Benigno Campos, José Manuel Iglesias, Blanca Caamaño, Cermeño, y amigos de toda la vida como Xesús Alonso Montero, que seguro hubiera pronunciado una hermosa oración fúnebre (laica, naturalmente), y que no lo hizo porque no se había previsto ninguna intervención, aunque al final sí la hubo.

Y es que Manuel Rivas, que tantas horas de conversación compartió con Chonchiña para documentar su Lapis do carpinteiro, en cuanto tuvo noticia del fallecimiento de Francisco, le pidió el cuerpo tomar recado de escribir y vaciar sobre el papel lo que sentía. El resultado fue un hermoso poema, Allegro amigo. El caso es que alguien le comentó a Chonchiña que Manuel había escrito unos versos. «Pues que los lea», dijo. Y los leyó. Como no podía ser de otra forma, hablaban de música, y de amistad, y de violines, y de viento... «Fue un gran regalo», asegura Marita, una de las íntimas de la familia.

La música era la mitad de la vida para Francisco Comesaña Concheiro. Formado en el Conservatorio Nacional de México, obtuvo una beca para el Conservatorio Tchaikowsky de Moscú, donde completó estudios al lado de Igor Bezrodny.

Durante tres décadas fue profesor de la Orquesta Sinfónica de Radiotelevisión Española. Durante ese tiempo actuó como solista con diferentes orquestas en España, México, Canadá, Rusia... Lo cierto es que en las contadas líneas de esta página no cabe el currículo profesional de Francisco Comesaña Concheiro, pero no me resisto a incluir una de las citas a las que con más gusto acudió mientras duraron.

Estoy hablando, claro, de aquellos cursos veraniegos que durante unos años compartió con su hija Ana, también música, en Tui. Muchos tudenses, que abarrotaban los conciertos, siguen recordando aquella iniciativa, prematura e inexplicablemente fenecida.

Desde la madrugada del pasado viernes la tristeza impregna el barrio de San Bartolomé. Tui llora con Chonchiña la muerte de su hijo Francisco.

De visita

2Un grupo de alumnos del Instituto San Tomé de Freixeiro visitaron la central de La Voz de Galicia en Sabón. Conocieron cómo se desarrolla el trabajo en la redacción y se les explicó cómo funciona la rotativa. Finalizaron el recorrido en el Museo donde, tuvieron la oportunidad de contemplar varios ejemplares de los primeros periódicos gallegos y de comprobar cómo se hacía La Voz hace varias décadas. Quién sabe si en alguno de ellos no se despertó el gusanillo periodístico.