El arte urbano del vigués Liqen se expande por México

VIGO

29 mar 2011 . Actualizado a las 19:27 h.

1 Todo el mundo le conoce por Liqen (sin u). Pese a su juventud (no ha cumplido los 30), su arte mural urbano se conoce en medio mundo. En unos países a través de esa impagable ventana que es Internet o de publicaciones especializadas y en otros muchos en vivo y en directo. Es el caso de México, donde ha elegido pasar una especie de año sabático creativo.

Algunos ejemplos de la parte de publicaciones especializadas son Mural Art o una conocida revista alemana que selecciona cada año los mejores grafitis del mundo, en la que no solo aparece Alejandro, sino también Carlos (Pelucas) su hermano gemelo.

No hace falta más que echar un vistazo a su blog para comprobar que ese retiro artístico americano no le aleja un ápice de las convulsiones políticas y sociales de otras esquinas del mundo. El dibujo con mensaje que ha dedicado al pueblo egipcio con Mubarak como protagonista da fe de ello.

Han sido varios los motivos que le han llevado a cruzar el Atlántico: conocer en vivo y en directo otros movimientos artístico y culturales, ampliar sus conocimientos en arte mural (su debilidad) y compartir con Doa, amiga becada en Guadalajara, la pasión por un trabajo que también les une.

Desde que ha llegado no le ha faltado oferta de paredes en las que pintar. Especialmente gratificante parece que ha sido la experiencia de hacerlo en la fachada de la imprenta de Leñateros, un taller en Chiapas en el que los indígenas siguen trabajando como lo hacían sus antepasados y, a la vez, no dejan de renovarse. Explica Liqen que allí se realiza el proceso al completo, incluido el soporte, es decir el papel, «con una producción responsable y cualidades que hacen únicas cada una de las piezas que salen de sus manos».

Viajero impenitente, se ha propuesto salpicar el país con sus pinturas murales y dejar su impronta de norte a sur y de este a oeste, también en el desierto. Seguiremos atentos a su blog para comprobarlo.

Tiempos anaranjados

2Es el título de la primera novela de Fernando Rial que, según dice «ha sido creada con, por y para el amor». Dice también que ha querido contar una historia cercana a los lectores y que todos pueden sentirse identificados con el personaje (?). Para aclararlo todo dice algo más: «Se puede caminar por las nubes y respirar el sol». Si con semejantes datos todavía no han desmenuzado por completo la trama, no les va a quedar más remedio que pasarse por una librería.

Una de las pocas cosas que sí he entendido es su explicación de por qué ha elegido el anaranjado como tinte de los tiempos: pues porque aunque no es una novela autobiográfica, sí está inspirada en muchas vivencias personales, una vida que, hasta el momento, no ha sido demasiado brillante, pero tampoco gris. El punto intermedio lo sitúa en el naranja.