«Medio adaptados» tras seis meses en tierra

David Suárez Alonso
D. Suárez VIGO

VIGO

La pareja viguesa que dio la vuelta en mundo en su velero recuerda hoy en una conferencia su aventura.

04 feb 2011 . Actualizado a las 18:21 h.

Llevan seis meses en tierra pero aún están «medio adaptados». Eva Lago y François Viso, la pareja de Vigo que dio la vuelta al mundo en un velero, aún está asimilando su vuelta a la vida normal. Aunque a finales de agosto, cuando llegaron a Vigo, ambos reconocían que tenían ganas de acabar la aventura y normalizar su día a día, ya echan de menos algunas cosas de la vida en el mar. «A Fran le cuesta más», reconoce Eva, que desde el pasado mes de octubre ya está trabajando.

Cinco años vivieron a bordo de su catamarán Zarpas para hacer una singladura de 360º, es decir, dar la vuelta al mundo. Hoy la pareja recuerda su aventura en una conferencia en el Liceo Marítimo de Bouzas (a partir de las 20.00 horas). Para el que es su debut como ponentes, han decidido convertir la presentación en una «charla coloquio» para poder responder a las dudas del público. «Nos imaginamos que la mayoría serán navegantes y querrán saber cómo solucionamos averías o qué tipo de papeleos tuvimos que hacer para entrar en los diferentes países», explica Eva.

La pareja también está preparada para recordar algunas de las anécdotas del viaje, aunque pensar en una a bote pronto les sigue costando. Sin duda, una de las historias que no podrán olvidar es la de un navegante solitario, de unos 70 años, al que se le partió el mástil y se quedó tres años tirado en una isla cercana a Ecuador. No tenía dinero para reparar el barco. La pareja viguesa y otros navegantes con los que coincidieron consiguieron recuperar de un barco a la deriva un mástil que permitió a este hombre continuar su aventura y abandonar la ilegal y atípica situación en la que se encontraba.

20.000 imágenes

Tras una «selección muy exhaustiva» han escogido cerca de 2.000 fotografías que se irán proyectando mientras ellos hablan. Son solo una pequeña parte de las más de 20.000 imágenes tomadas durante su viaje y eso que algunas ya las perdieron tras jugarles la informática una mala pasada. «Ahora las tenemos almacenadas en dos discos duros y un deuvedé», conscientes de que la tecnología puede volver a fallar.

Mientras sus dueños se adaptan a la vida en tierra, el futuro de Zarpas sigue en el aire. El catamarán permanece atracado en un muelle de Vigo y aunque ya lo han puesto a punto para su venta, siguen con dudas. Eva y François tienen claro que es un barco demasiado grande para el uso que le van a dar a partir de ahora, salir los fines de semanas, pero aún así les da pena venderlo. En primavera, posiblemente mejor época para su venta, deshojarán definitivamente la margarita.