Pintan de cebras los caballos de la plaza de España de Vigo para criticar la situación económica

jorge lamas vigo / la voz

GALICIA

24 ene 2011 . Actualizado a las 11:24 h.

No fue una gamberrada de madrugada. No. Fue un acto de protesta contra la situación económica que padece España. Por lo menos así lo justificaron sus autores una vez que fueron detenidos e identificados por la Policía Local de Vigo. Su delito fue tratar de convertir en cebras los caballos que el escultor tudense Xoán Oliveira imaginó para la plaza de España de Vigo. No obstante, la Justicia llama a ese ejercicio de travestismo animal atentado contra el patrimonio público y puede acarrear consecuencias económicas a sus responsables.

Fue sobre las cuatro de la mañana cuando la centralita de la Policía Local recibía una llamada advirtiendo de que había dos individuos, espray en mano, cambiando el aspecto original del Monumento a los Caballos Salvajes, que se sitúa en la puerta de salida de Vigo hacia el este. No tardó mucho más la patrulla policial en alcanzar la plaza. Allí, aún seguían los dos jóvenes clamando contra las desmesuradas cifras del paro, la reducción de sueldos, la presión de los mercados y todas esas variantes que hacen que los españoles sean más pobres que hace tres años.

Como los policías no acababan de entender en su justa medida la reclamación social de los jóvenes, decidieron identificarlos, resultando que uno de ellos tenía por iniciales R.?N.?G., mientras que el otro respondía a J.?R.?A.?J. Los dos nacieron en Vigo y tienen 35 años, aunque uno de ellos reside en Sabarís.

Delito patrimonial

La llegada de la policía impidió que el dúo pasara la decoración del primer equino al resto de la cabalgata, aunque el resultado fue igualmente muy visible durante todo el día de ayer. Los agentes informaron a los treintañeros que serían denunciados judicialmente por dañar el patrimonio público y después los dejaron en libertad. El monumento ya fue atacado en alguna otra ocasión, incluso desde el bando municipal, ya que en cierta ocasión fue «adornado» con reyes magos hinchables durante un período navideño. El resultado fue grotesco, aunque entonces no se produjo ninguna denuncia por atentar contra el patrimonio.