La Xunta pide ayuda a Japón contra el nematodo del pino

La Voz SALVATERRA/LA VOZ.

VIGO

14 ene 2011 . Actualizado a las 14:38 h.

Consejos de Portugal, Inglaterra o Japón. Todas las ayudas son pocas para luchar contra el nematodo del pino, la plaga que acaba de ser detectada por primera vez en los bosques gallegos. Para conocer toda la información posible sobre las consecuencias que puede tener en la comunidad, la delegación territorial de la Xunta acogió ayer una reunión con más de 300 expertos.

La iniciativa se realiza en paralelo con las sesiones informativas a los afectados, de momento productores y particulares de los concellos de Salvaterra y As Neves, en O Condado, donde fue localizado el primer ejemplar enfermo. La jornada se desarrolló a través de tres sesiones: la primera de ellas estuvo dedicada a los aspectos básicos, biológicos y legales de la plaga, la segunda al conocimiento científico sobre el control para que no se extienda y la tercera se centró en los planes de contingencia que se desarrollan en Europa y en España.

Europa

Entre los participantes se encontraron expertos portugueses, como Jose Manuel Rodríguez, autoridad forestal nacional, o Edumndo Manuel R. Sousa, investigador de la Unidad de Silvicultura y Productos Forestales del Instituto Nacional de Recursos Biológicos de Oeiras, así como el inglés Hugg Evas, del Head of Forest Research in Wales y el italiano Christophe Orazio, director del Efiatlantic. Aunque sin duda la ayuda más internacional vino desde oriente: del japonés Hiroshi Hoshi, responsable del Instituto de Investigación Forestal y Productos Forestales de Tohoky.

El responsable mantuvo un encuentro con el responsable territorial de la Xunta, José Manuel Cores Tourís, en el que invitó a los responsables de Medio Rural a viajar a su país para conocer el trabajo que allí se desarrolla para erradicar la plaga del nematodo de los pinos.

A este respecto, el experto destacó que en Japón se sufren sus consecuencias desde hace cien años, aunque hace treinta consiguieron frenarlo gracias a la mejora genética de los árboles, por lo que se consiguieron ejemplares más fuertes y resistentes a la peligrosa enfermedad. De momento no se han detectado más casos, aunque se incrementaron las pruebas.